Mi batalla contra los Atheófovos

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Ya estaba afuera cuando Eich salió y cerró la puerta de mi casa
-¿Donde estabas?-dije al reparar que no lo habia visto adentro.
-Entre al baño, lo hice cuando te quedaste hipnotizado viendo a esas chicas-dijo guardando una carcajada.
Me sonroje, lo cual hizo que el se matara de risa.
- Ya callate, ahora una pregunta¿Que eres tu?-dije intentando evitar el tema.
- Soy un sátiro, soy....
-Si si, yo se sobre mitologia griega.
- Pues eso te salvara la vida, y no te preocupes, ire en la maletera para que tu vayas en medio de las chicas-me guiño un ojo y se fue conteniendo una risa.
Estaba a punto de abalanzarme contra el, pero mi mamá toco la bocina en señal de que suba.
Fui atrás al lado de la ventana izquierda, detrás del chofer y junto a Ale.

El viaje fue muy largo, Ale me hablo sobre mitología griega, debilidades de monstruos, heroes, tambien sobre los dioses; mientras Majo me explico sobre armas, como pelear, tecnicas, sobre armas muy poderosas, etc.
Las dos me caían muy bien, eran como yo, no eran muy populares, pero podiamos tener una muy buena conversación con los chicos de "buena popularidad", eran pensativas, eran listas, eran habilidosas y tenían en su pasado experiencias raras, encuentros con animales a los que terminamos matando, oh tal vez hablando como un niño(y como lo era estoy seguro que pensaron eso)con los animales creyendo que pueden hacerlo.

Mi madre nunca fue gran conversadora, y ella no hablo nada, alguna que otra vez me hablo sobre como conocio a mi padre.
Lo había conocido en el rascacielos donde vivía su antigua amiga. Mi padre había viajado en un avión, y nunca había vuelto.

Cuando estabamos en un carretera alrededor del bosque escuche que algo se había subido al auto, mire nervioso a mis amigos, y cuando vi a Eich, se había quitado los pantalones, y como supuse, sus piernas, oh mas bien patas eran como la de una cabra.
Mi mamá habia frenado, Ale y Majo veían nerviosas al techo, y Eich estaba buscando algo con que defenderse.
Entonces el techo se abrió, y unas manos me sacaron.
-AAAAAAAA-grité buscando mi linterna a la vez que daba patadas.
-NÉSTOR-gritaron todos los del auto.
Sentí que me llevaban, y escuche el auto girando para chocar a los que me capturaron, pero Ale y Majo ya se habian bajado.
Senti que unos miembros míos estaban mas arriba que otros, habíamos entrado al bosque.
Despues de mucho buscar encontre mi linterna y la active. Se convirtió en una espada, y al alargarse traspaso dos Atheófovos. Se alejaron de mi, y mientras sacaban sus armas yo lanze mandobles y estocadas a cuantos pude, algunos me atacaron, pero yo cubri la mayoría de sus ataques, todo estaba bien hasta que alguien me raspo la canilla, aulle de dolor y cuando ya estaba a punto de matarme Majo y Ale entraron en batalla, Ale los alejó con una daga, y Majo me ayudo a pararme, me puse una venda que me dio Majo a mi herida, y sentí que se curaba, me levante y me sentí mejor. Pero ya nos empezaban a rodear, y como vi a Majo desarmada le dije.
- ¿Por qué no tienes armas?-dije.
- Es lo que crees-dijo sonriendo, entonces se arranco su collar que eran un arco con una flecha de adorno, cada uno se convirtio en su respectiva figura, pero mas grande.
-Claro, porque no-dije- pero deberias haber traido mas flechas-continue viendo que solo tenía una, que al igual que su arco, eran de plata, pero una clase de plata mas brilloso, mas especial. Tenían un rubí(en la flecha estaba debajo de la punta y en el arco en centro de la barra de metal.
- No te preocupes, bastara-entonces disparo, y fue con tal velocidad, y volvió hacia ella, volió a recargar e hizo lo mismo.
Entonces di un grito de guerra, tome la espada y fui a la carga a ayudar a Ale.

Peleabamos espalda con espalda mientras la flecha de Majo iba y volvia, de vez en cuando se acercaban hacia ella y los pegaba con mucha facilidad y mucha potencia.
Pasadi unos minutos llegaron mi madre, mi tío, y el Eich con palos y tapas de basura que usaban como escudo. Se lanzaron a la carga, no tenían tanta habilidad, pero no estaban nada mal, peleaban con un grupo mas reducido, ya que al ser "humanos"no tenían un fuerte instinto de batalla.
Cuando ya casi habiamos terminado un athófovo huyo de la batalla.
Ale lo siguió, yo la segui, quise ver como estaban mis aliados, pero los arboles no me dejaban ver, segui adelante hasta que Ale se detuvo, entonces vi a un athófovo diferente, era mas grando y tenía una armadura mas gruesa, tenía una espada gruesa y pesada(almenos para mi) tenía un escudo tambien muy grueso, era musculoso, y se notaba que era mas agresivo que los otros.
Me puse en posición de pelea al igual que Ale, el gritó y Ale y yo tambien, nos lanzamos a la carga.
Rode bajo el y le clave la espada en el talón, el grito y se dio la vuelta
- Aahhh, pense que era Aquiles-dije intentando hacer una broma, Ale se rio un poco, pero aprovechando que el tipo me miraba se subió hacia su cabeza y le clavó su daga en la nuca. Grito de dolor y se agito haciendo que Ale salga disparada hacia un lado.
Entonces apareció Majo y le lanzo una flecha que le atravezo de derecha a izquierda la cabeza y volvió dejandole otro hueco en la cabeza.
Cayó al suelo y se desintegro convirtiendose en polvo.
Majo buscó entre ese polvo y encontro un llavero.
- Esto no me sirve mucho a mi-dijo, y entonces me lo ofrecio-toma, estoy seguro que le daras un buen uso.

Yo lo acepte sin decir nada, y entonces repare en Alejandra.
Había chocado contra un arbol y se había hecho una gran herida, sin pensarme lo me quite la venda de mi pierna, pero cuando vi donde había estado mi herida, solo quedaba cicatriz.
-¿Qué?-dije hipnotizado.
- No hay tiempo, ponselo ahora-dijo Majo.
Se lo puse y entonces su respiración se normalizo, abrió los ojos y nos miro.
-Gracias-dijo.
-Sera mejor que sigamos, vamonos rayito-dijo Majo parandose y golpeandome el hombro. Me molesto un poco lo que me dijo, rayito, no era un insulto, pero me molesto un poco.
Junto con Majo ayudamos a Ale a levantarse y nos fuimos al lugar donde habiamos batallado.
Me di cuenta que habia batallado contra un ejercito, y seguia vivo.

Llegamos y nos reunimos con los demas, mi familia paterna y mi amigo estaban con unos cuantos raspones y golpes, pero nada grave, se turnaron para utilizar la venda despues de que Ale se curara y nos dirigimos al auto contando nuestras hazañas, reiamos mientras imitabamos a algunos enemigos, como nos habiamod visto entre nosotros y como habiamos combatido.

Nos subimos al sentarme me di cuenta lo cansado que estaba.
Estaba sudado y adolorido, estaba seguro que tendría una buena macurca al siguiente día.

Eich ofreció ir a un lugar para comer y todos apoyamos esa idea.

Después de comer fuimos a un lugar para poder dormir.
Pero, con lo de el asalto de los Atheófovos todos nos turnamos en hacer guardias, a mi me había tocado hacer la última guardia(lo que es lo peor para mi)

Me duche al igual que todos y nos fuimos al cuarto que nos toco.
Yo con tan solo echarme me dormi.

Hijo de ZeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora