Mi llave para el campamento

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Estaba trizte, pero tambien cansado, no queria hacer nada, sabia que si dormia el siguiente dia llegaria pronto, y no podria aprovechar esos momentos, Majo estaba llamando a su mascota, Eich intentaba avivar la fogata, tal vez la estaba apagando, pero al almenos hacia algo.
Y asi, pasaron horas sin que un rastro de Ale, empezaba a dormirme, pero no queria.
-¿No deberiamos buscarla?-pregunte al ver a todos soñolientos.
-Ella sabe cuidarse sola, tranquilo-dijo Eich vostezando. Mientras Majo no daba respuesta empece a comer silenciosamente un sandwich que ellos habian comprado en el hotel.
Poco despues el sueño me venció

Sentí que alguien me tocaba el hombro, abrí mis ojos, era Ale, hubiera gritado(suavemente, tal vez) pero me tapó la boca.
- No los hagas despertar- susurro.
Yo asentí, me destapó la boca, se paró y me dijo que la siguiera, hice lo que me ordeno.
Cuando ya estabamos un poco mas lejos, al lado de un arroyo me dijo.
- Lamento lo de tu familia.
-Gracias-fue lo único que dije.
-Mi padre tambien murió, pensé que era al único que tenía, pero no-hizo una pausa-todo el campamento es una familia, todos nos colaboramos, algunos cultivan, otros cocinan, otros crean armas, otros defensas, las hijas de afrodita te ayudan cuando hay alguna celebración - dijo en tono divertido y yo solte una pequeña risa-ahora te dare algo, por lo que te traje aquí. Entonces sacó un colgante de su bolsillo, tenía la forma de...un rayo, cuando lo tuve en mi mano note que no era madera, era algo como plastico, no, era duro-esta echo de bronce olimpico-dijo como leyendo mi pensamiento- cada semidios tiene uno como el de su padre, pero no solo se quedan con eso, se añaden otros adornos, te los quedas como trofeos, por haber ganado algo, ese te permite entrar al campamento.
Yo seguia mirando mi regalo como hipnotizado, era genial, vi si Ale llevaba uno, y al parecer llevaba varios, y justo en el medio llevaba un búho, el simbolo de Atenea.
- No te lo pongas todavía, para hacer que funcione hay que hacer algo primero, agarralo de la cadena y deja que el adorno se sumerja en el agua.
-¿Qué?-dije sin creerlo
-Solo has lo que te digo vale.
Hice lo que me pidió, lo agarre de la cadena y lo hundí, la corriente debería empujarlo, pero estaba quieto, como si fueran aguas tranquilas, lo cual aunque no me lo esperaba, despues de unos cuantos día de ver esas cosas ya no me sorprendía mucho.
Escuche a Ale decir algunas palabras, pero no entendía nada, seguramente era griego, pero al terminar el amuleto empezó a brillar dentro del agua-No lo saques todavia- dijo Ale empujando mi brazo hacia abajo.
Cuando termino de brillar lo saque, estaba mas brilloso, pero no cambió físicamente. Pero sabia que ahora tenia una función.
-Sera mejor volver-dijo mi amiga.
-Vale.
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Hola a todos, muchas gracias por leer, si os esta gustando no se olviden votar, hasta la proxima.

Hijo de ZeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora