Sexo-Sentido.

Raul Número Dos III

Me agarro con sus manos y me posicionó arriba de él.
Separo mis nalgas e introdujo su miembro dentro de mi todo de una vez.
-"Ah!"- Solté un gemido desgarrador que erizó mi piel, subí mis manos hasta mis pechos, los acaricie apretándolos y masajeandolos mientras gemía con desesperación. Mierda! Estaba tan excitada. Mi cuerpo en ese entonces parecía un resorte que se estiraba y volvía a su lugar cada vez con más intensidad.

"Eres muy intensa cariño, pero déjame mostrarte como lo hago yo..."

Se posicionó encima de mi y lo introdujo sin cautela alguna, creo que nunca sentí una embestida tan bestia en mi vida. Sentía que me iba a atravesar con tanta brutalidad pero ciertamente de una forma muy excitante que cualquier manera de protesta era denegada y digamos que tampoco tenía muchas ganas de que tuviera siquiera una gota de gentileza proveniente de él hacia mi.

"¡Oh cariño!, ya no puedo más, creo que me corro."

Fue lo que escuche , su voz se me hacia tan pequeña en el momento que siquiera podía escucharla. Algo estaba pasándome porque mi cuerpo se denegaba a responder a mis movimientos. Mi cabeza se posicionó hacia atrás de golpe mientras mis ojos se distorsionaban, mi mente junto con mis pensamientos y el entorno comenzaban a desvanecerse y se dispersaban con el aire. Es ahí donde me encontraba, sobre mi preciada hoja de terciopelo y creo que jamás me sentí mejor en mi puta vida.

"Él se corrió dentro de mi", pensé.

Luego que mis sentidos volvieran a su lugar, surgió aquella pregunta que mató aquel orgasmo tan bueno y tan precioso.

"Creo que tu silencio y tu cara me lo han dicho todo."

La verdad es que podría haberle yo contestado a serca de lo maravilloso que fue el acto y lo genial que sería contarle nuestra historia al mundo, para que así estos se muriesen de celos por lo felices que podríamos llegar a ser pero... La única historia con un final feliz que conozco la eh vivido más de una vez y su nombre es "orgasmo".