Parte de historia sin título

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Hola¡¡¡
Les dejo la continuacion...posteare el siguiente cap pronto....gracias por leer"¡¡

Adoro esta pareja *^*

MI REALIDAD, ERES TÚ

- Aioros.- volvió a llamarlo una voz a sus espaldas, sacándolo de su estado ausente.
- perdón, me decías. - hablo regresando a la realidad y mirado a la persona que lo miraba extrañado por su actitud.
-que te sucede? - pregunto el otro, con un dejo de susceptibilidad. - tú no eres así de distraído, dime en que piensas tanto? - Aioros desvió su mirada hacia la ventana, el cielo se mostraba azul.
-nada. - hecho un hondo suspiro mientras se asomaba por la ventana, Aldebarán, quien permanecía a sus espaldas se cruzó de brazos.
-nada de eso, te conozco muy bien, Aioros, así que vamos, habla, sabes que puedes confiar en mí. - le insistió, pues le preocupaba el estado tan ausente y distraído de su amigo y compañero de trabajo.
-es solo que...me preocupa. - sí, no había hecho otra cosa más que pensar en el muchacho oji verde que encontró moribundo hace como 5 días.
-hablas de, el muchacho al que ayudaste. - Aldebarán tomo asiento sin apartar la mirada de Aioros.
- sí, sigue inconsciente y la verdad me preocupa que...que no vaya a despertar nunca. - sonaba afligido.
- él lo hará, ya oíste a Shura, su estado mejoro mucho, los medicamentos afortunadamente están haciendo efecto. - dijo para darle ánimos.
- pero el sigue sin despertar. - hablaba con pesar, como deseaba quién era y poder ayudarlo, pero el muchacho aun no reaccionaba, no hacía más que gimotear y revolotearse en la camilla levemente.
- bueno....tal vez solo es cuestión de tiempo. -
-eso espero, Alde, en verdad espero que despierte. - Aioros cerró los ojos afligido y preocupado, Aldebarán, a modo de apoyo, poso su mano en el hombro de Aioros.
-ya verás que se pondrá bien. - le sonrió. - sabes, admiro mucho tu trabajo y tu empatía por los demás, eres en verdad una persona especial. -
Aioros le sonrió apenado, mientras volvía a tomar asiento.-será mejor que volvamos al trabajo. - hablo revisando los expedientes que le había traído Aldebarán para que los revisara.

-¡Aioros! - grito una voz detrás de él, al voltear, vio a saga.
- creí que dijiste que ya no perderías el tiempo con alguien tan patético como yo. - hablo molesto mientras se acercaba a su carro con saga siguiéndolo.
-no digas eso Aioros, tu sabes que soy muy impulsivo y la verdad me descontrole. - saga se veía muy incómodo con esa situación. - Lo siento, si, sé que no debí de decir esas cosas ni actuar como lo hice, pero la verdad, me molesto mucho tu actitud y yo no pude...-
- entiendo y está bien, ya no te molestes por mí. - interrumpió Aioros, abriendo la puerta del carro para ingresar.
-¡espera! - Le detuvo mirándolo fijamente, -¡te invito un café! - Aioros negó con la cabeza.
-ahora no saga, tengo cosas que hacer. - sin decir más, Aioros ingreso a su vehículo, dejando a saga frustrado y más que nada molesto.
-maldita sea, hasta cuando voy a tener que perseguirte. - su capricho aumentaba, con cada rechazo que recibía por parte de Aioros, sentía su orgullo y dignidad más pisoteados.
- no vas a hacerme este desplante de nuevo. - Quería que Aioros cayera, necesitaba sentirse el ganador y lograría que Aioros sea suyo, sea como sea.

--

Aioros se dirigía hacia el hospital, como lo había estado haciendo esos últimos días, después del trabajo, con la esperanza de ver al muchacho ya recuperado; con ánimos y fuerza para seguir adelante.
-¡Shura! - le grito al verle salir de la habitación de aquel muchacho. - dime como esta, mejor? - pregunto ilusionado, Shura le sonrió mientras asentia.
-sí, ahora mismo lo acabo de revisar y su estado es cada vez más alentador, aunque todavía no despierta, pues parece estar sumergido en un estado inconsciente. -
- ¿la policía aún no sabe nada de él? -cuestiono Aioros angustiado.
Shura negó con la cabeza. - no, y ningún familiar se ha aparecido por aquí, esto solo nos dificulta más las cosas. - resoplo agobiado. - solo esperemos que al despertar, el muchacho logre decir algo y así poder ayudarlo. -
-si...ojala despierte. -
Shura sabía del desmedido interés que Aioros profesaba hacia ese muchacho y le extrañaba demasiado. - lo hará, ya lo veras. - dijo confortándolo.
-puedo verlo? - pregunto, mirando hacia la habitación donde descansaba el joven.
-claro Aioros, entra, aunque yo te sugeriría que hoy te fueras temprano, te has desvelado por permanecer a su lado y eso no me parece, además, ya te dije si hay cambio alguno, te avisare, así que descansa. -
- yo estoy bien. - espeto mientras ingresaba a la recamara.
-- solo es una sugerencia, - Shura hablo con una media sonrisa. - Sé qué harás lo que tú quieras, como siempre, pero ten cuidado, tu salud es importante también, recuérdalo. -dijo resignado mientras le daba la espalda. - te dejo, tengo que atender a unos pacientes. -
-claro, y gracias por preocuparte, tomare muy en cuenta tu consejo. - le dijo Aioros francamente, Shura solo asintió mientras se alejaba.
Aioros cerró la puerta tras de sí, acercándose lentamente hacia el joven. -hola. - le saludo, aunque sabía que no recibiría respuesta alguna, pero como deseaba por lo menos tener esos ojos abiertos, mirándolo, si, solo con eso se sentiría feliz y más relajado.
- Shura dice que podrás salir de aquí muy pronto, si...si es que logras despertar. - tomo su mano y la entre laso, se estaba encariñando demasiado con alguien que ni siquiera conocía.
-eres muy fuerte, y podrás salir adelante, ya lo veras. - dijo confiado de que así seria.
De repente, sintió una presión en su mano, una muy fuerte, alzo la mirada, el muchacho mantenía los ojos cerrados fuertemente, temblaba y de pronto comenzó a moverse de un lado a otro.
-no...- dijo en tono de súplica. - NOOOO! - grito con fuerza mientras se agitaba con mayor brusquedad, parecía que tenía una pesadilla, una de la cual no podía despertar.
Aioros intentó tranquilizarlo, pero el muchacho se movía cada vez más violentamente, temía que se hiciera daño así que se puso en pie y rápidamente fue en busca de Shura.
Que...que tiene? - pregunto angustiado.
Shura sostenía al muchacho de los hombros, toco su cuello y luego la cabeza, estaba muy caliente y su temblor no disminuía.
-tiene la presión arterial muy alta. - respondió. -También le subió la temperatura.-
-¡noooo, no quierooooo! - volvió a gritar, echando un grito desgarrador, mientras se agitaba, Shura hacia lo posible para que no se lastimara inconscientemente.
-¡enfermera! Tráigame anestesia y unos calmantes, rápido, hay que estabilizarlo. -
Aioros veía todo atónito, jamás antes había sentido tanto miedo, su corazón se aceleró desenfrenado. El tan solo ver a ese joven en ese estado, lo perturbo, salió corriendo del cuarto sin poder presenciar aquello por mas tiempo.
Porque...-se dijo sosteniéndose la cabeza. No tenía sentido, él era un psicólogo y estaba acostumbrado a tener de frente una situación como esa, a actuar propiciamente, pero esta vez sentía que no podía, no quería verle sufrir.
Intentaba razonar, que era lo que le pasaba, organizar sus ideas.
-no...- Aioros sintió miedo, sabía que esas eran secuelas de un trauma, un trauma que debió de ser muy grave.
Después de un rato, salió Shura. Aioros se acero a él ya más calmado.
-¿como esta? -
- bien, ya lo estabilizamos y le administramos calmantes y analgésicos, con eso podrá descansar tranquilo. -
- de seguro en su estado inconsciente, le vinieron recuerdos, aquellos que lo martirizan.... - Aioros poso su mano en su cabello, Shura miro a su amigo afligido.
-Aioros, mejor vete a descansar, ya hiciste mucho por él y tú necesitas...-
-no, quiero estar con él. - objeto seguro, limpiándose el sudor que caía por su frente.
Shura suspiro resignado. - bien...si eso quieres, quédate. - sin decir más, se alejó, dejándolo solo.

Send Me An AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora