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Amanece , todo es perfecto entre los dos , Diego me hace sentir especial , el es todo lo que siempre quise , menos un príncipe , eso no estaba dentro de mis anhelos.
Nos levantamos, desayunemos , todo parece tan hermoso , tan normal , por un instante he olvidado nuestra brecha , lo que nos separa.
Oímos la puerta de servicio ... - ¡ Qué extraño le dije a Austin que yo le avisaba cuándo debía venir ! - comenta Diego mientras limpia su boca con una servilleta y se levanta de su asientos para cerciorarse que era Austin el que había llegado.
De pronto oigo a Diego alzar la voz ... - ¡¿ qué haces aquí ?! -
Noto que la presencia de alguien lo altera . De pronto irrumpe en el comedor ... la Reina ... la madre de mi amor.
- ¡ Oh ya veo porqué te incomoda mi presencia ! - me mira con desprecio y furia.
- Señora yo ...- me alza la voz no dejándome terminar lo que iba a decir.
- ¡ Cállese , tú solo traes confusión a la vida de mi hijo ! -
- Señora créame que no es mi intención... - otra vez me interrumpe.
- ¡ " Señora ", no insolente , para ti soy su Majestad ! - me dice con mucha furia.
- ¡ Madre ya basta ! - Diego intenta intervenir.
- ¿¡ Qué dices !? ... ¿¡ ya basta !?... ¡ mira el encabezado de uno de los periódicos ... " Joven violinista futura Princesa " ... ¡ eso nunca sucederá mientras yo viva ! -
- Diego yo mejor me voy - digo mientras tomo mis pertenencias.
- ¡ Sí vete , oportunista ! ... ¡ Seguramente Isabel te adiestró muy bien para dar este golpe ! -
En ese preciso momento perdí la razón , me subió un calor indescriptible a la cabeza y no pude callar más...
- ¡ Oiga usted Señora ! ... ¡ sí señora ! ... ¡ porque usted no es Reina para mi , pues yo ni de aquí soy ! ... diga lo que quiera de mi , piense lo que se le antoje de mi , pero la memoria de Isabel quien fue mi amiga y como una madre para mí usted la respeta !-
- ¡ Quién eres tú para decirme cómo debo hablar ...!-
- Soy un ser humano igual que usted , solo que sin título y con menos ínfulas , despierte , pinche unos de sus Reales dedos y perciba que su sangre es roja igual que la mía y que la de todos -
- ¡ Atrevida , insolente ! -
- Y usted ... ¡ cobarde y amargada por no luchar por el hombre al cual amaba ! -
La Reina cayó prefirió no contestar , no pudo decir ni media palabra más , Diego mantenía su miraba hacia ningún punto en especial con sus manos en su cintura . Percibiendo quizás el final de algo que fue hermoso hasta el momento en el cual que llegó su madre. La Reina quedó sin palabras pero con una gran furia y odio en sus ojos , ella sabía que lo que yo dije era cierto , era solo una mujer agria por dentro , triste , y frustrada.
