Capítulo Especial

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Zayn estaba de camino a su trabajó como era de costumbre, con su paso lento. Zayn sentía que este día lo iba cambiar de una gran manera.

Sonó la pequeña campana del lugar anunciando que había llegado, saludo a José y se fue a cambiar.

Estaba en la cocina trayendo y llevando órdenes, el lugar estaba repleto, que ni sintió que cierto chico rubio entró al lugar. Zayn sale de la cocina con una nueva orden en sus manos.

—Zayn— dice José.

—Si— se detiene, tratando de no dejar caer la bandeja.

—Mesa uno.

—Claro, hay voy— deja el pedido de la mesa 7, saca una pequeña libreta de su bolsillo trasero mientras se dirige hacía dicha mesa.

—¿Que va a pedir?— dice observando la libreta en blanco, con su sonrisa de oreja a oreja. Le encanta el olor café, le encanta ver a las personas charla o verlas leer su periódico, mientras degustan de su desayuno. El ama cada momento de su trabajo.

—Mmm, no se que ordenar— Zayn levanta su mirada para observar a el dueño de aquella voz con un asentó hermoso. Su sonrisa desaparece instantáneamente al chocar con la mirada azul de el chico.

"Es el, el 'amiguito' de Liam"

—¿Que me recomendarías?— dice observando al moreno frente a él. Zayn siente hervir su sangre con solo hecho de saber, que el si puede hablar con su Liam, mientras el no, por ser un cobarde que ni deja que lo miré.—¡Hey, chico!— Zayn peina su cabello con su mano libre, tratando de relajarse.—Creo que te comieron la lengua los ratones, y no te gustó— el rubio ríe, Zayn trata de mostrarle una sonrisa, pero sólo es una mueca.

El chico rubio se levanta y se acerca hacia el moreno, camina los pocos centímetros que los separa, y posa su mano en la oreja del pelinegro.

"Dios mío, ¿que está haciendo?"

Zayn se queda estático, no puede ni respirar ante el tacto del chico.

—Taran— el chico sonríe, mostrando una moneda de 5 centavos en su mano, se la entrega al pelinegro, para volver a su asiento.

—¿Que?— Zayn observa la moneda en su mano, pone la libreta en la mesa, para tocarla con su dedo pulgar.—¿Como lo hiciste?— pone la moneda en la mesa y agarra su libreta.

—Un mago nunca dice sus trucos— se encoge de hombros.—Bueno creo que así era la cita— ríe.

—¿Mago?— sonríe al recordar, como de pequeño amaba los magos que miraba en la televisión, siempre quiso ser uno.

—Linda sonrisa— El pelinegro siente como sus mejías toman color.—Mago que diga mago, no lo soy— ríe.—Solo me se unos cuantos trucos— Zayn mira hacia atrás y mira que el lugar sigue repleto.—Oh, creo que debería ordenar— agarra el menú y lo observa por unos segundos.—Quiero un café y una porción de pastel de chocolate— Zayn garabatea en la libreta lo que el chico dijo.—No, mejor que sean dos.

—Bien— le sonríe por última vez y se retira.

Zayn vuelve a la cocina entregando la orden del rubio. Continua llevando órdenes de acá para allá, hasta que está lista la de la mesa uno. Coloca la taza de café y las 2 rebanadas de pastel de chocolate en la bandeja, y se dirige hacía la mesa del rubio.

—Café, pastel.. listo— coloca las cosas en la mesa. Zayn se da la vuelta para irse, pero es detenido por la mano del chico. 

—¿Como te llamas?— quita su mano.

El diario de un vagabundo. ||Ziam Palik||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora