Capítulo Especial

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Dedicado a: LiamBottoms_Lover18

Zayn estaba acostado en su cama, mirando hacia el techo de su habitación, con la mirada pérdida en sus recuerdos, lágrimas brotando de sus ojos, su labios fríos debido a la gran cantidad de helado que había consumido... Pestañaba y una lágrima más salía de sus ojos, la misma acción se repetía hace más de una hora.

Sus ojos ardían, su estómago dolía, sus brazos pesaban, su cabeza iba explotar del dolor, pero eso quizás eso eran los mínimos dolores que sentía, el que lo mataba era del su pecho, tanta mala suerte, ¿que había hecho él, para merecer este sufrimiento?, ¡Vamos! Él no le hacía daño a nadie, de lo contrario el trataba de ayudar a la gente; como quiso que una ves lo ayudarán a él de la misma forma... Quizás en su vida pasada fue un rompe corazones o un .... Violador, quizás si, ¡eso era! Él había hecho daño antes y tenía pagar; aunque fuera injusto.

Se sentó en su cama, limpio sus lágrimas con las mangas de su suerte, miro hacia la mesita de noche donde descansaba su helado de chile, sonrió... El era su amante de la noche, agarró de nuevo el bote de helado junto a la cuchara que estaba a la par, y comenzó a comer su delicioso helado, volviendo a su mundo de fantasía, donde él era el doncello con melena extra larga a la espera de su encantador príncipe, esperando que él príncipe subiera por su melena hasta la torre al rescate de él.

Río por un momento, debido a sus raras fantasías. El helado de chile se había acabado, Zayn bufó ¡no podía ser!, Con este eran dos botes. Se levantó, agarrando el bote con sigo y se dirigió hacia la cocina en busca de otro bote de helado.

Dejo el bote vacío en la basura y comenzó a buscar en la nevera, si más recuerda había comprado tres botes, galletas, y unos cuantos dulces, él no necesitaba de alcohol para olvidar sus penas, basta con golosina y se perdía.

Decidido... Iba a matar a Troye, él se comió su último bote de helado, se lo había advertido y lo hizo de nuevo, maldito Troye, busco la mesa aún seguían sus bolsas de comprado intactas, eso era algo bueno.

Agarró sus galletas de chispas de chocolate y se dirigió de nuevo a su cuarto, miro la hora en el pequeño reloj cuco que colgaba arriba de su cama... 7:54 de la noche, rodó los ojos, se suponía que Troye estaría hace medía hora. Dejo las galletas en su mesita de noche, salió de su cuarto y se dirigió hacia el baño, miro su reflejo en el espejo horror puro, su suerte tenía varias manchas color celeste, tenía los ojos muy hinchado debido a su llanto, su barba de hace varios días parecía como cuando era el vagabundo de la esquina, que no alcanzaba resurarse, aquellos tiempos habían pasado al olvido.

Se lavó las manos juntó con su rostro y volvió a la habitación, cogió el paquete de galletas y sentó en la cama a comer en silencio, pensado está ves en que haría para sus estudios.

El reloj sonó, indicado que ya eran las 8 de la noche, dejo sus galletas en la mesita, decidido a tomar una siesta mientras Troye llegara.

Pasaron 10 minutos y Zayn, no podía dormir se movía de un lado a otro, con espera de encontrar un lado que le brindará comodidad para dormir, agarró su gran almohada y la abrazo como si fuese una persona. Ya con sus párpados pesados y el sueño apoderándose de su cuerpo, se oyeron unos cuantos golpes en la puerta.

Zayn de mala gana se levantó, sabía muy bien quién era... Troye el que siempre olvida sus llaves, ¿cuantas veces se lo había repetido, que llevará sus llaves? Incontables.

—¡Tus llaves!— iba gritando mientras caminaba hacia la puerta de entrada.—¡Ya supe que fuiste tú! Mi helado— estaba apunto de abrir la puerta sabía que Troye lo oía.—¡Maldito, te odio!— dijo cuando abrió la puerta.

El diario de un vagabundo. ||Ziam Palik||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora