°adidas superstar°

p a r t e 3

¿Por qué mi madre tenía que gritar mi nombre y darme golpecitos para despertarme? Además, ¿por qué tan pronto? Es verano.
Ya no importaba, era imposible no despertarse. Me lavé la cara en mi pequeño baño. ¡Dios! Menos mal que nadie a parte de mi madre me ha visto con esta cara. Vaya ojeras. Sí, me había mirado en el espejo. Para mi suerte, el corrector existe.

- Este café me salva las mañanas. Te quiero mucho mamá - cierro los ojos mientras disfruto oliendo el delicioso café.
- Está bueno eh. Receta secreta de mamá - da un sorbo a su café.
- Bueno, el del Starbucks está muy bueno - mi madre me mira poniendo cara triste - y también hay chicos muy guapos por allí - afirmo.
- Vaya, vaya, vaya. Veo esas hormonas muy aceleradas. ¡Cuéntame todo! - se ríe.

Sí, mi madre a veces se comporta como si fuera de mi edad.

- No hay nada que contar - hago pucheros - ¿qué te parece si nos vamos de compras? Hace unos días vi unos shorts negros en Brandy Melville y los quiero.
- Bueeeeeeno - dice mi madre alargando la palabra - está bien, nos tomaremos un día de chicas.

Salimos por fin a la calle y mi outfit era muy simple como siempre. Mis shorts vaqueros, una camiseta verde militar y mis Adidas Superstar. Son demasiado cómodas.

Pasamos la mañana por el centro de la ciudad entrando y mirando todas las tiendas posibles. Comimos en un restaurante un tanto caro. El postre fue lo mejor. Mmm.

Dejamos atrás una zapatería. No me creo que sea verdad. Retrocedo unos pasos. Vale sí. Es él. Estaba mirando unas nuevas zapatillas Adidas Superstar. Pero ¿por qué? Tenía unas mismas puestas.

- ¡Mamaaaaaaa! - la llamo casi a gritos porque ella seguía andando.

Se da la vuelta alarmada y viene hasta mí.

- No sabía que querías otros zapatos.
- Em... esto... no, no, solo quiero mirar... ¿puedes ir mientras a por un bollo a esa tienda? - le señalo una cafetería con grandes bandejas de cruasanes en el escaparate.
- Esto es muy raro, pero claro, como no, es un bollo, ahora vuelvo - dice mi madre cruzando la calle hacia la cafetería.

Por fin, decidida, entro a la zapatería mirando atentamente al chico. Creo que hoy está más guapo que ayer. Me acerco disimuladamente a él haciendo que miro unas sandalias. Qué hago yo mirando unas sandalias. Odio las sandalias.
Toso un poco intentando llamar su atención. Cof, cof. Vale, eso ha sonado demasiado falso. Pero ha funcionado. Veo que se gira y me mira. Al principio frunce un poco el ceño pero se acuerda de mí cuando se le forma una sonrisa tímida en la boca. SE ACUERDA DE MÍ. Sí, acabo de gritar mentalmente.

- Hey, ¿eres la de ayer? - esboza una leve sonrisa.
- Sí, era yo la que te miraba tanto - me rio y me doy cuenta de lo que acabo de decir.

Las Adidas se le caen de las manos. Se le notaba nervioso ante mi respuesta.

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¡¡¡¡HOLA HOLA HOLA!!!! ESTA ES MI PRIMERA NOTA DE AUTOR *LLORA DE LA EMOCIÓN* Y WNO SOLO QUERÍA PEDIROS QUE COMENTÉIS QUE OS HA PARECIDO EL FINAL INESPERADO.
TAMBIÉN QUIERO QUE COMENTÉIS NOMBRES PARA PONERLE AL CHICO. ELEGIRÉ ALGUNO CUTE.

CHAUUU OS AMO 💗