Capítulo 39.

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22 de Agosto, 2013 – Boston, USA.

El pelinegro observó cómo Lauren se llevaba ambas manos a la cabeza de forma nerviosa mientras él seguía en silencio mirándola desde el sofá que se encontraba en el pequeño salón del piso que compartía su mejor amiga y Camila.

- ¿Y? – Volvió a preguntar nerviosa la ojiverde.

- Bueno... Me toma por sorpresa, digo... Pedirme matrimonio así... - Dijo de forma seria.

Lauren se abalanzó contra él dejando caer todo su cuerpo sobre el pelinegro el cuál lanzó una carcajada para luego intentar retirar a la ojiverde de encima.

- No seas ridículo Cameron, venga ya, dime qué piensas. – Sonó nerviosa la ojiverde.

Enarcó sus cejas al acercarse nuevamente la pequeña caja de terciopelo que contenía un hermoso anillo de plata que se acompañaba con un central y pequeño diamante.

- Creo que Camila va alucinar. – Aclaró el pelinegro.

- ¿Y si me dice que no? – Preguntó asustada.

- ¿Estás idiota o qué?... Vosotras lleváis juntas, ¿Qué, toda la vida? - Frunció el ceño.

- Sólo casi 5 años... - Apuntó Lauren.

- Pues vosotras sois geniales, la única pareja que supera la vuestra es la que tenemos Normani y yo.

Cameron le sacó la lengua riendo mientras la ojiverde volvía a dejar caer su cuerpo sobre el de su amigo ambos riendo tal como lo hacían desde que se habían conocido de pequeños.

- Tendrás el padrino de boda más guapo. – Se apuntó a sí mismo elevando una ceja.

- ¿Sí? Qué raro porque aún no me decido quién será...

Le dio un golpe en el brazo, haciendo reír nuevamente a Lauren la cual rodó los ojos y suspiró para abrazarse tiernamente a su mejor amigo.

- ¿Quién podría ser más guapo que el chico que fue rey del baile de promoción? – Dijo refiriéndose nuevamente a sí mismo.

- Oh Cameron eso fue hace años, y sólo ganaste porque eras la pareja de Normani quien sí merecía ser la reina del baile.

- ¡Se lo diré a Camila! – Acusó el pelinegro.

- ¿Por qué mi mejor amigo resultó el idiota más grande del mundo? – Fingió enojo.

- De todos modos me amas querida mía. – Dijo a lo bajo.

- Por supuesto. – Lauren le pasó una mano por el cabello a Cameron.

Frunció el ceño mirando cómo la ojiverde sonreía ampliamente a la vez que volvía a mirar el anillo de compromiso que brillaba de forma casi irreal.

- Es una buena decisión, estoy realmente feliz que tomaras el valor para hacerlo. – Sonrió sinceramente el chico.

- Camila es el amor de mi vida...

- Claro querida mía... Y ya sabes que tu primer hijo debe llamarse Cameron.

- Oh tu ego te tiene mal. – Rodó los ojos.

- Yo nunca me equivoco. – Apuntó el pelinegro.

- Ya lo veremos, ya lo veremos...

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora