Capítulo 56.

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Lauren sintió el gélido viento entrar en la casa cuando la arquitecta abrió la puerta rápidamente junto a Cameron quien llevaba las mejillas sonrojadas por el frío. Sonrió frente a la tierna escena para acercarse hasta donde su hijo sacudía su diminuto cuerpo haciendo caer los copos de nieve de sus ropas. Camila se liberaba del nudo de la bufanda color terracota de la ojiverde.

- Ey, no dejaré que vuelvan a salir con éste clima. – Reclamó la sargento mientras guardaba en una pequeña caja el anzuelo de pesca que tenía entre las manos.

- Nuestro hijo, que quería salir a ver la nieve.

Rodó los ojos detallando cómo Cameron se sacaba con dificultad el gorro de panda de la cabeza y se lo pasaba en las manos a Camila, era un amor, no podía pedir que fuera más encantador.

- Haré el almuerzo con el pescado que has traído hoy por la mañana. – Dijo sonriendo la morena dirigiéndose a la pequeña cocina de la casa de los padres de Camila que tenían junto aquel hermoso lago.

- Genial, por mientras le daré la comida a Cameron.

La tarea fue más rápida de lo que esperaba ya que durante los últimos días Cameron había comenzado a coger él mismo la cuchara para llevarse gustosamente la comida a la boca. La ojiverde sólo podía reír frente al leve desastre de comida embarrada en el rostro de su hijo.

- ¿Qué tal un cuento y una pequeña siesta campeón? – Le dijo cariñosamente luego de terminar de limpiarle el rostro.

Cameron afirmó con la cabeza energéticamente entendiendo las palabras de su madre, Lauren aún se asombraba de la rápida forma de aprender del pequeño.

- Aún faltan algunos minutos para que esté listo el pescado al horno. – Resonó la voz de Camila por la pequeña casa haciendo sonreír a Lauren.

Luego de confirmar que el pequeño estaba en un profundo sueño y protegido por un par de almohadas para que no se cayera de la cama la ojiverde rebuscó algo en el bolsillo de su chaqueta y se encaminó hasta la cocina donde Camila terminaba de cortar unos vegetales para la comida.

- Estaba recordando cuando éramos más jóvenes y nos escapábamos aquí siempre que podíamos. – Mencionó la arquitecta acercándose para besar lentamente a Lauren.

- Tenemos unos hermosos recuerdos aquí... - Susurró la ojiverde contra los labios de Camila.

El beso se profundizó haciendo suspirar a Lauren la cual apretó su cuerpo contra el de la morena. Sin querer romper el momento deshizo el beso para cargar entre sus brazos a Camila la cual lanzó un pequeño ahogo de sorpresa para luego reírse contra el cuello de la sargento.

- ¡¿Qué haces?! – Dijo aun riendo la arquitecta.

No hubo respuesta pero Lauren con toda la fuerza que tenía logró girarse sobre su propios pies haciendo que el cuerpo de Camila se giraba fácilmente por los aires aun cargada por ella. La risa contagiosa de su chica le hizo comenzar a reír también mientras sentía cómo la morena se sujetaba con fuerza de su cuello.

- ¡Te has vuelto loca cariño! – Chilló agitada la más joven.

La sargento detuvo los giros bajando lentamente a Camila para abrazarla tiernamente y dejar un beso en la frente de su amada.

- Tengo algo para ti. – Susurró Lauren contra la mejilla de la arquitecta.

Deshizo el abrazo para llevarse una de las manos al bolsillo de la chaqueta que estaba utilizando aquel día. Lentamente sacó una delgada cadera de oro de la cual colgaba algo que hizo cortar la respiración de la morena.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora