Contralando mis impulsos

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"Tris/Rebeca"

Hoy se cumplen cuatro meses, Rebeca esta sentada fuera de la cabaña, con el mentón apoyado en sus rodillas, viendo el amanecer, culpándose una vez más por no sentir lo que se supone que siente una madre por si hija, por no desvivirse por esa pequeña que la necesita, preguntándose porque no puede querer a su esposo, deseando tener el valor de salir de allí, siente que algo no esta bien, pero no sabe si son ellos o es ella, casi cada noche sueña con unos ojos miel, intimidantes, de esos que matan con una mirada, más de una vez a querido preguntarle a Evan si conoce al dueño de esos ojos que parecen reflejar tanto, en un principio pensó que eran de su hermano, pero luego rogó en silencio que no fuera así porque lo que provocaban esos ojos no es lo que debe provocar un hermano, varias veces trató de huir, se iba por las mañanas con solo un cuchillo en la mano, a recorrer el desierto lugar, siempre con la idea no volver, pero siempre la cara de esa bebe la hacía regresar, desde hace más o menos tres semanas se había prometido a sí misma no irse y estar con ella, pero dudaba que pudiera pasar otros 17 años encerrada, a sí que en lugar de huir, iba lejos de la casa y la ciudad a lanzar cuchillos a una vieja puerta de madera, siempre con su cuchillo en mano, le hacía sentir segura, y lo dominaba bien, lo cual descubrió un día, hace poco mas de dos meses, cuando estaba afuera, esperando que Evan regresara de buscar trabajo en la nueva ciudad, tenia a Angie en su cuna afuera, ella entró por agua, solo descuido un segundo, cuando salió había un perro, oliendo a Angie, ella no supo de donde saco el cuchillo o que le llevo a hacerlo pero, lo lanzó y el cuchillo atravesó el cuello del animal, lo mato, y no le tembló la mano ni un segundo para lanzar aquella arma, ahora mismo la tenía en las manos, dándole vueltas, queriendo encontrar una respuesta a su modo de ser, tal vez era mala persona, una que no amaba a su hija a pesar de que trataba de hacer lo mejor para ella, es decir, la cuidaba, cargaba, alimentaba, se emocionaba cada vez que la pequeña le sonreía, pero sentía que faltaba algo;  quizá era una mujer que aunque se ocupaba de su marido, ya que  lo único que podía darle como muestras de afecto era dejarlo a él abrazarla o besarla, siempre que no intentara algo más...

-Nunca entenderé como logras alcanzar siempre al sol.- dijo Evan que apareció por la puerta y sentándose a su lado, la atrajo con una mano hacía él besandole la sien.

-no lo sé, solo no logro dormir hasta tarde como tú.- trató de que sonara a broma pero parecía reclamo, quizá debería dejarle las bromas a él.

-Seh, oye, es mi primer día libre en el hospital, tal vez podríamos ir los tres y visitar esa vieja puerta y darle su merecido, como lo haces todos los días.- ella volteo de reojo, pensaba que el nunca se daba cuenta de que se alejaba de la casa.
-te seguí una vez, bueno te seguimos hace una semana.- lo dijo tan tranquilo como si no hubiera invadido su espacio personal, aunque se supone que eran marido y mujer.- quería saber a donde vas casi a diario, y créeme que fue un alivio ver que no te veías con otro a mis espaldas.- dijo esto último burlescamente. Ella parpadeo y tardó un segundo en reponerse.
-ah, bueno, por si no te has dado cuenta, creo que no puedo ser esa chica a la que solo saludabas cuando era más joven; no puedo estar mucho tiempo quieta, pero te prometo que no descuido a Angie.- dijo ella rápidamente.
-lo se, eres buena madre amor.- dijo él aunque sabía que no era de lo más cariñosa, ella solo evadió la mirada, no quería que supiera su lucha al no poder quererla como él lo hacía.

-Aún es temprano y ya saludaste al Sol, ¿entramos?.- estos eran los momentos que ella más evitaba, siempre procuraba estar ocupada, para que el no estuviera literalmente sobre ella, suspiró, no sabía cuanto más podría evitar aquello.
-de acuerdo.- dijo sin ganas.- el se levantó, la tomo de ambas manos y la ayudo a pararse, entraron juntos a la casa.
-yo cocinaré hoy tú báñate antes de que despierte Angie (...) luego de bañarse, cambiarse y comer, estaban los dos sentado en el sofá, el le platicaba de su nueva amiga, una que trabajaba de guardia en la ciudad, le decía que era sobreviviente del problema del suero y eso, y como siempre trataba que él y su compañero congeniaran.- pero vamos ese tipo es raro, no habla mucho y solo esta ahí viendo a todas las rubias entrar y salir como si buscara a alguien, es perturbador, las ve como si quisiera saltar sobre ellas en cualquier momento; pero Cristina dice que él...- ella dejo de oír en ese punto, hubo algo con ese nombre que le hizo sentir un leve cosquilleo en la nuca, se paró, tal vez tenia mucho tiempo sentada.

-vamos a caminar Evan, hace buen día, luego me platicas todo lo que quieras de tu nueva amiga.- dijo eso un poco molesta por la reacción que provocó ese nombre, como algo que se le escapaba entre los dedos, a lo que él tradujo en algo gratamente diferente.

- ¿estas celosa?.- dijo el con sonrisa de suficiencia y una ceja alzada.- ella bufo.
-claro que no.- dijo demasiado segura, tanto que él tuvo que bajar la mirada para que no viera como su afirmación lo había lastimado, carraspeo.
-es bueno, porque solo tengo ojos para ti.- dijo y para su sorpresa era verdad, no sabía en que momento había pasado de desear que lo amara para su plan a desearlo porque él mismo la quería, es que simplemente o podía evitarlo, era tan pequeña que provocaba abrazarla y protegerla de la crueldad del mundo, pero a la vez, sabía de primera mano que no era alguien frágil, y tenia unos ojos enormes, que siempre hacia que quisiera que ella lo viera los ojos por el resto de la eternidad.- Ella camino a la cuna de Angie y comenzó a cambiarla.

-la preparare para la caminata.- Evan se paro e hizo lo propio. (...) Cuando volvieron ella estaba mucho mas relajada, Evan tenía el don de hacerla reír y que se sintiera cómoda.
-oh vamos no te rías, no fue tan gracioso.
-ella rió fuerte y dijo.- sí, si lo fue, lo siento.- dijo mientras se doblaba de risa, él viéndola tan relajada y feliz, sintió el incontrolable deseo de besarla, y así lo hizo, le gustaba besarla, mucho y eran pocos los momentos como este, en que ella le permitía besarla por más de dos segundos, claro pero Angie tenia hambre, Rebeca se aleja como si hubiera hecho mal, con un bonito sonrojo y toma torpemente a la bebe.
-yo la llevo, ya casi llegamos, en la casa le doy su leche.- y dicho esto, se corto todo momento romántico entre los dos.

Ambos llegaron, cenaron, y le dieron de comer a la bebe, para acostarla un rato y ella no sabe en que ocuparse para alejar a Evan, que últimamente ha estado muy cariñoso, la observa, ve que trata de no estar solo ahí en la cama, fingiendo que ve una revista, el camina, se sienta frente a ella y le toma la mano, ella no lo aparta pero no lo mira ni le habla.
- ¿que puedo hacer para que estés cómoda conmigo?.- dice él desesperado por tener esa familia con ella que tanto quiere, ella sube la mirada rápidamente y suspira, no puede decirle que no le gusta su cercanía, eso lo lastimaría, en su lugar le da una pequeña sonrisa y dice.
-solo estoy cansada.- le un leve apretón a la mano que le sostiene.- él con la otra mano le toca su mejilla.
-quiero que confíes en mi, si no, esto no va a funcionar y no sabes cuando deseo que lo haga.- dijo soltándola de la mano y abrazándola, sin recibir de ella más que su cabeza recargada.
-lo siento, no eres tú, creo que soy, yo, aveces pienso, ¿y si ese suero hacía algo más que borrar recuerdos? porque puede que olvide quien soy, pero no como soy o ¿si?.- dijo soltando al fin una de sus muchas preocupaciones.
-te entiendo, créeme, pero te he dicho más veces de las que puedo recordar, que no importa quien o como decidas ser, te amaré igual.- y le sorprendió decirlo de corazón.- no me vas a perder solo porque antes, podías estar años sin salir, y ahora tengas que matar a puertas con un cuchillo Rebeca, siempre estaré aquí para ti.- ella contuvo la respiración a media frase, como él afirmaba que ella era diferente y aún así la amaba, y ella que no conocía a otro Evan, más que este dulce, bromista y considerado Evan, ¿como no era capaz de quererlo? hizo algo que nunca había hecho, al menos iniciado ella, lo besó, fue un beso fugaz, casto, pero donde le prometía esforzarse más por ese matrimonio. El sorprendido la apretó más contra el.
-vamos a dormir amor.- dijo en un intento por controlarse, sabía que ella aún no estaba lista y lo respetaba, pero si seguían sus pensamientos por ese camino de verdad la pondría incómoda.
-Sí, buenas noches, se paro y fue por Angie, ella había decidido que dormiría con ellos, en principio para oírla cuando necesitara algo, y además para mantener sus distancias con Evan, pero esa noche por primera vez acostó a la bebe del lado de la pared y se puso ella misma en medio, Evan al entender la indirecta la abrazo por detrás, le beso el cuello y se quedo dormido, mientras ella se convencía a sí misma que con el paso del tiempo, esto seria normal incluso que le gustaría.

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