John P.O.V.

¿Qué se puede escribir en un muerto? -Dije más para mí mismo que para que Sherlock me respondiera. Llevaba en silencio desde que entramos en el taxi. Seguramente estaría pensando en el caso, y sobre todo en el mensaje- ¿Qué quieres decir a través de un cadáver?

-¿Quién era esa chica?- Respondió él pensativo.- ¿Qué era esa chica para el asesino?

-Puede que se negara a hacer algo

-Una reacción algo exagerada por no querer acostarse con él.

Asentí. Tenia razón (como casi siempre)

-Quiere que lo sigamos.- Dijo Sherlock tras unos minutos sin hablar.- Si no es así ¿Para qué dejar un código? Si no quieres llamar la atención dejas todo lo más pulcro posible.

-Entonces es posible que vuelva a hacer otro delito, ¿cierto?

-Altamente probable.

-¿Asesino en serie?- inquirí

-Puede ser - Contestó , mirándome. Sus ojos azules se veían vivos y excitados. ¿Cuánto podía una persona disfrutar resolviendo casos? A veces el humor de Sherlock Holmes desconcertaba a todos alrededor.

No sé si es porque me he acostumbrado a su compañía o es que yo, en cierta manera, también disfruto de esto, pero su comportamiento ya no me es extraño.

-En cuanto al código...- Retomé

-Visitaré algunos puntos de información y personas que me pueden ayudar.

-Perfecto- Susurré justo cuando el taxi paró en Baker Street. Pagué al taxista bajamos y abrimos la puerta del 221b.

El juego había comenzado.

Código 109Where stories live. Discover now