Una chica común y corriente entraría en depresión después de que un joven casi con diez años de diferencia tratara de violarla la noche anterior. Pero yo no soy una chica común. Estamos en la cafetería riéndonos de como Zach golpeo al hombre dejándolo inconsciente y de cómo habíamos huido del bar para ser la sensación en la página oficial del bar el día de ayer. Veo a lo lejos a Zach, agarro mi bolso y me despido de todos mientras corro hacia la dirección de Zach.

—Gracias por lo de ayer —Zach no voltea a mirarme. ¿Por qué?

—No fue nada importante. Además el tipo se lo merecía.

Sonreí.

Sin decir nada más, Zach se fue sin ni siquiera voltear a mirarme. ¿Por qué se ha ido? No le di mucha importancia y me dirigí a mi casillero para sacar los útiles para la siguiente clase. Veo mi horario.

Artes.

Genial, al menos podríamos hacer lo que quisiéramos mientras escuchábamos las buenas canciones que la profesora reproducía. Siempre pone rock alternativo, lo cual a mí me encantaba. Todavía no tocaba entrar a clases, pero de todas maneras no tenía nada que hacer. Llegue al salón y la profesora aún no había llegado. Todas las sillas estaban ocupadas, excepto uno la cual estaba al lado de la ventana. Saque mi cuaderno de dibujo y empecé a dibujar la silueta de una mujer con vestido blanco, lucia tan frágil en él. Estaba rodeada de unos brazos musculosos de un joven, no tenían muchos años de diferencia. Pero él no la estaba salvando, al contrario, la estaba hundiendo. Y ella parecía estarlo disfrutando.

— ¿Por qué el tipo la está ahogando? —susurra una voz masculina detrás mío. Volteo a ver y no era nadie familiar. Debería ser un estudiante nuevo.

—La está hundiendo con él. Pero no es malo, solamente busca a alguien que lo ame, y ella lo ama y no le importa si se hunde con él. —Sonrío. — Nunca te había visto ¿Eres nuevo?

—Sí, vine de intercambio. Hoy es mi primer día de clases. —reconocí su acento británico, debe ser de Reino Unido.

— ¿Londres?

—En realidad Brighton. Aunque antes de venir aquí estaba viviendo en Australia.

— ¿Eres el típico hijo de una familia que se muda alrededor del mundo? —veo un pequeño brillo en sus ojos. Sonríe y me mira.

—Podría decirse que sí. He vivido en Australia, Reino Unido, España, Japón y Estados Unidos.

— Wow. Me imagino que debe ser aburridor estar viajando cada nada.

—La verdad ya me acostumbre.

Me fijo en su rostro, tiene las facciones definidas. Sus ojos caramelo son profundos. Su cabello perfectamente ordenado lo hace lucir mayor. En realidad no estaba nada mal. Se escucha el timbre para entrar a clases. La profesora entra con su aspecto a hippie. Sonríe a la clase y pone esta vez música diferente. Pone Indie.

—Chicos y chicas. Hoy les traigo una vibra diferente. Quiero que todos se relajen con el sonido de la música y dibujen algo que les inspiro. —Creo que extrañare mi música rock.

Todos sacan su cuaderno de dibujo, guardo el mío y saco el del colegio. Esa música no me traía ninguna inspiración. La verdad no sé qué dibujar en la hoja blanca.

Se escucha un portazo. Era Zach que llegaba tarde a clase. Llevaba puesta unas gafas de sol. ¿Acaso él no estaba en un año superior? Noto detrás de sus gafas que su mirada esta fija en mí y sin decirle nada a la profesora se sienta en la última fila. Completamente solo. Empezaron los susurros. Todos empezaron hablar sobre él apenas llego ¿Se habría metido en problemas?

— ¿Escuchaste lo que hizo esta mañana? —me pregunta otra vez el joven de Brighton. Niego con mi cabeza. —Dicen que estuvo en una pelea hoy apenas salieron. Creo que dejo inconsciente al otro. —Siento un breve escalofrió recorrer mi cuerpo. Yo lo vi casi terminando el recreo y parecía como si nada hubiera pasado. Cierto, nunca le vi la cara. Sigo sintiendo su mirada fija en mí, volteo a verlo con la esperanza de que se hubiera quitado las gafas de sol. Pero no, seguía con ellas puestas, pero pude fijarme que tenía unas pequeñas cortadas y rasguños alrededor de la cara. Vuelvo a mirar hacia al frente.

— ¿Sabes porque se pelearon?

—No, nadie lo sabe. Él no quiere hablar sobre eso. Por cierto me llamo Josh, Josh Naw. —Me di cuenta que no me había presentado todavía.

—Yo me llamo Elizabeth Turner, pero la gente suele llamarme Effy. —muestra sus dientes blancos y seguimos con la tarea de dibujar algo que nos inspire la música.

Pero no pude.

Seguí perdida en la hoja blanco pensando en que era lo que le había pasado a Zach, ¿por qué Zach no dejaba de mirarme? y lo más importante:

¿Por qué me gustaba que lo hiciera?


***

Aquí les dejo el segundo capitulo, espero que les este gustando. Por favor comenten que tal esta. 

Se que les dije que tres capitulo máximo por semana pero cuando me inspiro no puedo dejar de escribir (aunque se que tengo que leer 100 paginas de un libro que no me gusta para mañana) creo que podre subir otro capitulo hoy. 

Los quiero. *-*

TEENAGE WASTELANDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora