Ya era de noche, estaba en mi habitación arreglándome para la fiesta de la compañía de mi padre. Odiaba ese tipo de fiestas pero por ser su hija tenía que ir obligatoriamente, fingir que la disfrutaba y fingir que era una niña perfecta. Abrí la puerta de mi armario y empecé a buscar algo que ponerme. Era fiesta de coctel, así que saque mi vestido negó con encaje de Oscar De La Renta. Termine de maquillarme y baje a la gran sala del pent-house donde vivía.
Vi a mi madre oliendo las rosas blancas que mi papa le había regalado hoy por la mañana. Ella sonreía como una colegiala cuando su novio le regala algo. Me sentí feliz por ella por unos segundos para después recordar que mis padres siempre andan peleándose. Todo era solo imagen, ellos se casaron ya que mi madre quedo embarazada de mí y a las familias más adineradas de Nueva York no les vendría bien que la gente supiera que terminaron por causa mía. Pensaban que no lo sabía, pero lo había leído en un diario de mi mama que encontré en el depósito. Me vio y seguía con su sonrisa.
—Te vez hermosa. Agarra mi mano y me da una vuelta. ¿Nos vamos ya? —Asentí. Salimos del edificio y nos subimos al carro donde nuestro chofer privado nos estaba esperando. Mi padre debería estar en la fiesta ya, después de todo él era el anfitrión. Ya nos estábamos acercando al Empire State y vimos la gran fila de carros parqueados alrededor de la acera. Todas las chicas en sus vestidos cortos y los hombres elegantes. Todos sonreían sabiendo que tendrían una noche espectacular, pero yo no la disfrutaría. Parqueamos al frente de la entrada, el chofer se bajó, abrió la puerta y nos ayudó a bajar. Al tocar el suelo sentí los flashes de las cámaras de los paparazis. Rápidamente subimos hasta la azotea en donde se encontraba la fiesta.
—Hola amor —me dio un beso en la mejilla en forma de saludo, hizo lo mismo con mi madre. —, estaba esperándolas. Necesito que modelen conmigo para la portada de Forbes del próximo mes.
Genial, otra interminable sesión de fotos Pensé para mí misma, sin embargo las únicas palabras que salieron de mi boca fueron un: —Por supuesto.
Mi padre me agarro de la cintura y me dirigió hacia el final de una alfombra azul marino. Llegamos a una esquina amueblada con sofás de cuero blanco, una mesita de vidrio y metal, una lámpara alta de color morado y azul y luces de formas circulares colgadas desde los postes de luz. Todo estaba muy bonito. Llego el fotógrafo de esta noche e hizo que hiciéramos una cantidad innecesaria de poses para terminar escogiendo unas cinco como máximo. Al fin era libre de irme, iba a buscar a Jessie, seguramente estaba en la fiesta ya que su papa es un buen amigo del mío. Pero no, no estaba.
"Lo siento Effy no puedo ir. Hoy un chico muy guapo me invito una copa en el Sky Room y no pude negarme. Discúlpame, Chau." Leí su mensaje de mi celular. Mierda, ahora me quedaría toda la noche sola rodeada de extraños. Vi a una cabellera castaña desordenada que reconocía, creo que es Zach. ¿Qué hace el aquí?
Camino hacia la silueta. Cuando estoy lo suficientemente cerca le toco el hombro y él voltea. Si era Zach, se tensó al verme. Pude ver como estaba su cara de lastimada. Tenía el ojo derecho morado, juntos a unos cuantos moretones en el cuello y los rasguños y cortadas que antes ya había visto. — ¿Qué fue lo que te pasó? —pregunte casi sin aire, aun sin entender el porqué.
— ¿Aún no lo sabes? Pensé que todo el mundo lo sabía. Hoy nadie paraba de hablar sobre mi pequeño acto. —Hizo que medio sonriera, al verme dejo de estar tan tenso, sonrió igual que yo. —Peleé con un tipo de mi salón.
— ¿Se puede saber por qué? —sonrió pícaramente, negó con la cabeza y me dejo con la duda. Sus ojos estaban llenos de misterio, y quería averiguar más sobre él. — ¿Al menos puedo saber qué haces aquí?
—Mi padre es el nuevo socia de la compañía de tu padre.
— ¿Entonces tú debes ser el hijo del señor Parker? ¿Me equivoco?
—Creo que la señorita Turner es un poco chismosa. Así es. Creo que me vas a seguir viendo más seguido. —Empezamos a caminar por la azotea, Zach cogió dos copas de champaña y me dio una.
—Hablando de vernos más seguido. ¿Qué hacías en mi clase de artes? Pensé que estabas en un año mayor que yo —fijo su mirada en mí.
—Hice que modificaran mi horario para que me dieran unas cuantas clases con los de tu grado.
— ¿Por qué? —me miro de una manera tan caliente que casi me derrito.
—Diversión.
***
Espero que les guste este capitulo.
Por favor comenten y díganme si les gusto.
Los quiero *<*
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TEENAGE WASTELAND
RomanceIncluso mis mejores días sin ti no se comparan con los peores días a tu lado No me importan las consecuencias, con tal de que siempre estés a mi lado. Teenage Wasteland es la historia de Elizabeth Turner en un mundo muy ido.