8

587 36 2
                                    

Llevo de la mano a Emilia hacia su clase de gimnasia, los niños no pudieron llevar a Emilia a su clase por lo que la tuve que llevar yo.

Entramos a la escuela y veo a una recepcionista y nos sonríe.

-¡Hola Emilia!- dice la recepcionista

-¡Hola Tiffany!- dice una sonriente Emilia

Sonrío y asiento con la cabeza en forma de saludo, Emilia jala mi brazo corriendo y yo comienzo a caminar un poco más rápido, entramos al gimnasio y ahí se encontraban la mayoría de los niños de la clase de Emilia.
Ella sale corriendo y riendo a la vez hasta que llega a un grupo de niñas y comienza a platicar con ellas, la observo con una sonrisa y me volteo rápidamente para salir de la escuela.

-¿Eres el padre de Emilia?- pregunta una fina voz

-Uhm... si- volteo y me encuentro con una mujer

-Soy Amelia, la maestra de Emilia- sonríe

Su sonrisa transmitía alegría y paz, daba confianza. Ya veía por qué a Emilia le agradaba.

-Mucho gusto- asiento

-Quisiera hablar sobre Emilia- sonríe aún más

Lo que me sorprende es su sonrisa que cada vez que habla es más grande.

-Claro... ¿aquí o vamos algún lugar?-

-Conozco una cafetería que está aquí cerca-

-Bien, vamos-

Sonríe y da media vuelta, camina hacia una señora y habla un poco con ella, luego se acerca a los niños y se despide de ellos, Emilia se acerca a ella y la abraza, Amelia sonríe y la abraza con más fuerza aún.
Sonrío de lado y me gusta la imagen que veo.
Amelia se acerca a mi y rápidamente salimos de la escuela, caminamos unas cuantas calles y llegamos a una cafetería con estilo de los 60s. Tomamos asiento en una mesa y pedimos un café... o al menos yo.

-Yo quisiera una dona con glaseado de fresa y un chocolate caliente... oh y también una rebanada de pastel, el pastel del día, por favor- sonríe a la mesera

-Enseguida traigo sus órdenes- sonríe y se retira

-Bien de ¿que querías hablar?- suelto

-Bueno... Emilia es una niña muy talentosa, es una niña fantástica, hubo una competencia hace poco y vinieron unos maestros de Washington y les encantó la rutina de Emilia, nos ofrecieron patrocinarla y que ella siguiera con una carrera de gimnasta, podría llegar a las estatales, de ahí a las nacionales y posiblemente a las olimpiadas. Ven en ella mucho potencial- habla con rapidez.

Impactado sonrío y asiento, comienzo a tratar de pensar en esto. Pero mi mente no da para imaginar a Emilia en las olimpiadas.

-¿Que sugieres?-

-¿Yo? Pienso que Emilia es pequeña para esto, sería mucho peso para ella, hable con ella y dice que prefiere un bote de helado de chocolate que ir a las olimpiadas. Pero no soy quién para decidir su futuro. Por eso quería hablar contigo.- sonríe

Me le quedo viendo un rato y por un momento llegue a pensar que era Sofía, pero ese recuerdo se esfumó de mi mente y comencé a verla de una manera distinta. Era bellísima, sus rasgos eran finos y delicados, era bellísima.

-Creo que... no quiero presionarla, apenas es una niña y si es lo que ella quiera así será-

-Vaya que eres un gran padre- sonríe y aún más cuando ve la comida llegar

-¿Por que no pediste café?- pregunto extrañado

-El café es para los amargados-

-¿Soy un amargado?-

-No supongo que no- sonríe y le da un mordisco a su dona

-Supones bien- sonrío

Suelta una risa y sigue comiendo su dona. La observe y sonreí aún más.

-Bien creo que deberíamos de conocernos, conozco a los gemelos pero no a ti. Nunca te había visto llevar a Emilia a su clase-

-Bueno... trabajo algo tarde, saliendo de ahí voy a recoger a John de su clase de béisbol-

-¿Ósea que tienes cuatro hijos?- dice con asombro

-Así es-

-Wow... cómo será que tu esposa puede que con tanto-

Mi sonrisa se borra por un segundo, pero sé que ella no tenía la menor idea de lo que sucedía.

-Ella falleció- sonrío un poco

-Oh... yo... yo lo siento, no lo sabía. Por Dios que tonta soy...- susurra

-No te preocupes, estoy acostumbrado a esto- sonrío un poco

-Aún así... creo que no debería de estar hablando de esto- dice algo apenada

Sonrío y niego con la cabeza, era una persona amable y simpática, eran de esas pocas personas que me agradan. La mayoría solo te busca por lo que tienes y no por lo que eres y eso me molestaba mucho.

-Creo que deberíamos irnos... o bueno al menos yo, tengo que trabajar y bueno ya sabes, entrenar y eso- dice algo nerviosa

Asiento y pongo algunos billetes sobre la mesa y me levanto. Veo a Amelia y ella busca algo de dinero en su cartera.

-Ya lo pague yo-

-¡Ey! ¡Sé que eres hombre y todo eso pero no siempre pagaras las cuentas de una mujer! Puedo pagarlo yo misma- dice con el ceño fruncido, apenas y se le hacían arrugas.

Toma el dinero que estaba en la mesa y me da un poco de este, luego ella pone un poco de su dinero y comienza a caminar a la salida. Tomo el dinero de ella y dejo el mío ahí, salgo de la cafetería y la alcanzo. Con algo de cuidado meto el dinero en su bolso y caminamos tranquilamente.
Llegamos a la escuela y nos quedamos mirando.

-Me gustaría seguir en contacto contigo- digo y sonrío un poco

-Claro- sonríe

-¿Podrías darme tu teléfono?- digo con un cierto tono de obviedad

-Oh... si claro.. si si-

Cambiamos números y una vez listos ella entra a la escuela y yo me dirijo a mi auto. Tomo mi celular y mando un mensaje a Amelia.

'Hola'- Harry

'Hola'- Amelia

Reminding You H.S (TEMPORADA 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora