El retrato del Pirata F

Capitulo 1

  Odiaba vivir en una casa llena de mentirosos, los adultos, todos eran iguales y él no quería ser como ellos. Siempre le decían que tenía que ser alguien de comportamiento intachable y no manchar el nombre de la prestigiosa familia Kagamine pues algún día el ocuparía una posición prestigiosa en la sociedad. "Tienes que actuar correcto" ¿Era en serio? Su familia, una cuyo renombre hacía eco en las calles de la ciudad no era más que una vil estafadora que había hecho su fortuna de negocios ilícitos y pese a que ya no tenían la necesidad de continuar con ello, lo seguían haciendo destruyendo a personas inocentes a su paso. ¿Cuán ambiciosos podían llegar a ser los adultos? ¿Aun con todo eso tenían el descaro de exigirle respeto y honestidad? ¡Cuánta hipocresía!

Su nana, quien era la persona que le había enseñado valores, era la única adulta a quien consideraba respetable, pero debido al linaje familiar lo que más temía era convertirse en alguien como sus padres... si ese era su destino ¡Lo rechazaba rotundamente! Así que cuando la oportunidad de evitar tal fatalidad surgió, no dudo en tomarla.

- "¿Entonces vendrías conmigo a nunca jamás?"

Era algo irreal... No solo era el hecho de lo tentadora que se veía la propuesta de ir a un lugar donde no tendría que preocuparse por tareas o calificaciones ni tendría a fastidiosos adultos diciéndole que hacer, sino el verla a ella fue lo que más lo tomo por sorpresa. La pequeña hada de dorados cabellos apareció una noche sin más en su casa ofreciéndole ir a un mundo donde no tendría que preocuparse jamás por convertirse en adulto. De repente era... casi como si estuviera hipnotizado por los celestes ojos de la criatura, tal vez era porque era demasiado pequeña que él quiso poder protegerla, y fue una de las razones por las que sin dudar accedió ir a Nunca jamás dando inicio a la aventura de un sueño sin fin... que nunca debía acabar.

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- ¡Vamos Rin! Jaja, te estas volviendo más lenta cada día-rio con diversión mientras la pequeña hada a su lado acababa de darle alcance, el chico volaba no muy arriba del nivel del mar disfrutando de la brisa y el roció de la neblina matinal.

-Mou ¡Len! -se quejó infantilmente inflando las mejillas - ¡Esta carrera es muy injusta! Eres demasiado buen volador, es complicado seguirte el paso cuando te pones serio ¡además es esta neblina no me deja ver nada!

-Bien, bien, moderare el paso para que vayas a mi lado ¿Esta bien?

El rubio bajo la velocidad de vuelo para ir al mismo ritmo de Rin mientras ella seguía haciendo su puchero, tal vez la pequeña hada nunca lo notara, pero por alguna razón Len amaba molestarla, sinceramente pensaba que ver su rostro rojizo mientras inflaba sus mejillas era algo realmente tierno. Fijando su vista en ella notó algo muy peculiar en el horizonte y se detuvo de golpe sin fijarse que su compañera seguía de largo.

-Rin eso es...

La pequeña rubia que murmuraba en voz baja lo cruel que Len era haciéndola rabiar se detuvo al escuchar su voz detrás. El joven miraba fijamente algo en el horizonte y cuando ella dirigió su vista al lugar que había captado la atención del chico, el corazón le dio un vuelco, apenas visible entre la neblina...

La legendaria cueva cráneo de calavera se encontraba frente a sus ojos.

Había cientos de leyendas sobre ese lugar, pero era verdaderamente difícil de encontrar ya que la cueva era como una pequeña isla en medio del mar que nunca se quedaba en su lugar. Muchos decían que dentro de ella había tesoros incomparables en belleza y valor que solo los elegidos, y de corazón suficientemente puro o que fueran guiados por un hada, podrían encontrar y era por eso que los piratas nunca lograban dar con su ubicación, motivo por el cual intentaban capturar a la única hada de Nunca jamás capaz de llevarlos a ese lugar. Otros decían que ese lugar era el fin del mundo y que entrar en él te llevaba a otra dimensión. Había quienes decían que ahí habitaba un dragón que era capaz de otorgarte la sabiduría infinita de ese mundo.