_cinco_

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KAI.

Esa mañana había ido con Larina a abortar al bastado que decía que era mi hijo, ¡dios que pendeja! ¡Le dije que tomara de esas pastillas pero ella no! ¡Creyó que la amaba de verdad sólo por que le dije que no podría vivir sin ella! ¡Jaja que estúpida! Esa rubia descerebrada y de horribles ojos pasto era en verdad ingenua.

Hoy estoy tranquilo en mi casa, mis padres murieron dos años atrás y yo estoy aquí tranquilo mirando porno.

Siempre he tenido ese gusto de ver a dos viejas (no literal) coger. ¡Era muy placentero y gozoso verlas gemir como las perras que son! Lo único malo era que no eran rubias de ojos verdes, ¡si no yo si les daba! 

—¡ja! ¡Esta bien buena! 

Jaja mi vida a sido de puro placer, coger y coger con cuanta estúpida se deje y verlas sufrir luego cuando tienen que abortar, jaja me rió en sus caras.

Ya paso muchos años en los cuales hago lo mismo no se que hacer ahora la verdad, sólo estoy hay jalando mela mientras veo este porno por mi celular, ¿pero qué mas puedo hacer?

—je, no me vendría mal algo nuevo en mi vida...

Jamás creí que podría estar más arrepentido por esas palabras.

Al día siguiente me levante como siempre, fui a prepararme un desayuno simple y cuando termine de lavar los trastes y de escombrar me fui a lavar los dientes, una vez termine me senté a ver televisión. Solo la veía porque en el noticiero pasaban viejas bien buenorras que te daban ganas de tener sexo con ellas.

—¡con ella hago un trió con la chica del clima! —las mire con deseo mientras sentía que mi pene ya se estaba poniendo duro.

Estaba tan distraído en mi fantasía que apenas note el sonido del timbre sonar. Ese molesto ruido me perturbo mis morbosos deseos que causo que bufara por el encabrona miento.

—¿¿quién putas jode a estas horas?? —me levante molesto y fui lento a la puerta de mi casa.

Cuando abrí la puerta encuentro a un mocoso de cabellos cafés y de ojos verdes, se veía nervioso y note que tenia una maleta  verde. Lo mire confundido y mire sobre el para ver si alguien o algún auto estaba cerca pero no. Volví mi mirada al niño que parecía más nervioso y no tenia ganas de hablar por lo que yo tuve que comenzar la platica. Me caga las personas que no hablan.

—¿qué se te perdió mocoso? ¿Quieres algo acaso? —lo mire aburrido.

—bueno... yo vengo porque usted es mi padre y vengo a quedarme con usted un tiempo...

Esa respuesta me llego desprevenido, parpadeo varias veces para luego echarme a reír de ese mocoso idiota.

—jajaja, ¿qué ere pendejo o que? ¡Yo no tengo hijos! Ajajaja

Al parecer el niño se enojo de que dije una grosería ya que inflo sus cachetes y algo rojito me dijo:

—¡padre! ¡¿Que clase de respuesta es esa?! ¡Debería darte vergüenza hablarle así a un niño! ¡Pide una disculpa ahora! 

Eso si que me tomo por sorpresa ya que deje de reírme y lo vi ya molesto.

—escucha niño...

—mi nombre es Zero... —dijo el niño.

—lo que sea, ¡yo no tengo hijos! Me asegure de que todo hijo que tuviera fuera abortado y eliminado de este mundo, ¡así que no me vengas con tonterías de que eres mi hijo! 

¡¿Eres mi hijo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora