Al día siguiente Liv ya estaba preparada diez minutos antes de que Ethan pasara a buscarla. Aunque sabia que en breves este le pediría su dirección de nuevo, por cuarta vez en el día, o le preguntaría si podría ir ella por su cuenta al cine.
Pero ella esperó y a las 19:30 cuando ella ya pensaba que la habían plantado, alguien picó a la puerta. Corrió a abrirla mientras le chillaba a su padre que se quedara donde se encontraba. Era imposible que fuese Ethan.
Y efectivamente, la persona que había allí fuera no era el joven rubio sino un niño de unos diez años con un gran bol de palomitas en las manos.
Olivia se quedó observando al niño esperando alguna señal de porqué había picado a la puerta pero este se quedó estático mirándola.
-Esto... Mmm... Mi hermano me dijo que te trajera esto -el niño le tendió el bol de palomitas y después salió corriendo sin decir nada más.
Justo encima de las palomitas había una nota. Olivia la cogió y la leyó con dificultad al tener que sostener tantas palomitas.
Lo siento, lo siento, espero que esto lo compense. Ayer por la noche mis hermanos y yo tuvimos una pequeña guerra de agua en el jardín y no puedo arriesgarme a contagiar el catarro a nadie, Olivia L-I-V Matthews. Acabas de conocer a Logan, espero que al menos te haya dicho algo, no lo creo.
Ponte una película y cometelas todas. Lo siento, te lo compensaré -E
La redacción era penosa y la gramática igual, así como que mentalmente Olivia arregló muchas faltas de ortografía. Si o si, eso era obra de Ethan.
Olivia cogió un puñado de palomitas y mientras subía a su habitación comiéndoselas, sonrió al releer la nota.
Te lo compensaré.
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¿Qué escuchas?
ContoUnos auriculares se escondían detrás de los mechones pelirrojos de esa chica solitaria y triste, Ethan se dio cuenta. Comienzo: 24 agosto 2016