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Olivia salió del hospital señalandole a Ethan que le podía seguir si quería. Ella sabía que alguna vez le tendría que decir la verdad. Esas últimas semanas se habían vuelto muy amigos, y odiaba mentir, a cualquiera.

Cuando estuvo fuera se sentó en un banco cerca de la entrada y segundos más tarde se sentó Ethan a su lado. Este no dijo nada, se le veía la preocupación en los ojos y en como movía nervioso el pie izquierdo.

–Yo tengo un hermano, este tuvo un accidente hace ocho años, justamente el viernes hace los ocho años. Él...

–Olivia, no hace falta, en serio. En realidad, es un alivio que tu no tengas nada malo –Ethan se rascó la cabeza– Lo siento, eso ha sonado muy egoista.

–Tranquilo. Yo quiero...quiero contartelo. Esta es mi razón por la que no voy a la acampada: como te he dicho, hace casi ocho años, estábamos mi madre, él y yo en el coche, muy felices ya que mamá nos llevaba a un parque de atracciones por nuestro cumpleaños.

–Espera –le cortó tímido el moreno– ¿Es tu gemelo?

–Mi mellizo. Y entonces un hombre no se dio cuenta que el semáforo estaba rojo para él. Y mi madre giro estrepitosamente acabando nosotros dentro de una floristería con el coche. La mujer de la tienda y el hombre que fue arrastrado por el coche murieron así como mi madre –Ethan abrió la boca para decir algo pero después se calló– y un par de clientes y viandantes también quedaron gravemente afectados. Yo me di un golpe en el hombro pero mi hermano no tuvo tanta suerte. Se dio un golpe tan fuerte en la cabeza que lo dejó en coma, hasta ahora.

Olivia lloraba pero ya no le importaba, Ethan le pasó el brazo por los hombros y Olivia lo agradeció. Pero no se calló y siguió contando su historia.

–Mi padre había muerto cuando teníamos cuatro años en un atraco en un supermercado así que a mi me mandaron a un orfanato después de que no encontraran familiares cercanos que queriesen y pudiesen adoptarme. Mi hermano estuvo en un hospital cerca de aquí hasta ahora, que me puedo permitir traerlo aquí.

–Pero te adoptaron, ¿No es así?

–Sí, Richard y Mike me adoptaron meses mas tarde de mi llegada al orfanato y me prometieron que cuando despertara Ben lo adoptarían también. Yo aún sigo esperando ese día.

Llegados a ese momento, Olivia ya no lloraba y Ethan solo pudo apretar un poco su abrazo haciendo que Olivia le sonriera confiada.

–Nunca se lo había contado a nadie –dijo Olivia sin separarse del chico.

–Pero seguro que mucha gente lo sabe –dijo Ethan.

–Sí, pero es diferente, cuando se lo dije a Lena se lo explicó todo mi padre. A Luna, cuando la adoptaron hace unos seis años, también y bueno, tampoco lo sabe mucha gente más –Olivia no quiso nombrar a Jackie, quería quitárselo de la cabeza– Gracias.

–Yo no he hecho nada –se disculpo Ethan.

–Te equivocas, has hecho demasiado.

Y Ethan la volvió a abrazar.

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