Capítulo Tres

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Advertencia: En este capítulo se mencionan temas que pueden dañar la sensibilidad de ciertas personas, como relaciones sexuales poliamorosas explícitas, somnofilia leve, y humillación leve.

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Grell despierta sintiéndose agitado, y extrañamente cansado. Tanto así que ni siquiera abre los ojos; la almohada en la que descansaba su cabeza era tan cómoda...

Entonces lo siente. Algo húmedo debajo de su cadera, más precisamente bajo su entrepierna «'¿Me... oriné encima?' pregunta en su mente aún medio dormida. 'E-eso no me sucede hace años' piensa, avergonzado». A medida que su mente nublada va despertando, comienza a notar ciertas cosas, como que se sentía inusualmente fresco y libre, que aquella "almohada" tenía un bulto duro cerca de su frente, y que... definitivamente, en su pequeña habitación en la residencia Blackwood no se oía gente hablando al despertar.

Sobresaltado y alerta, abre los ojos al tiempo que se impulsa hacia arriba con los brazos, en lo que –probablemente– era la mayor demostración atlética que había hecho en los últimos meses. Su intento de levantarse se ve frustrado cuando unas manos lo toman de sus rodillas, tirando de éstas hacia atrás, haciéndolo caer de cara en el bulto de la almohada. El accesorio de cama profiere un poco característico gruñido.

—En serio, podrías haberlo hecho más suave— se queja—. No había necesidad de aplastar mi entrepierna— dice con sequedad.

Alguien detrás de Grell chasquea la lengua un par de veces.

—No iba a dejar que mi trabajo de horas se arruinara en esta instancia, he, he... no cuando ya lo tengo tan abierto, húmedo y bonito— dice, acariciando la parte trasera de los muslos del mayordomo con la punta de los dedos, el roce de las uñas haciéndole poner la carne de gallina.

Entonces, y sólo entonces, el castaño se da cuenta de un hecho importante:

¡Estaba completamente desnudo!

Removiéndose, vuelve a intentar levantarse, sólo para que una mano frustre el intento, volviendo a presionar su rostro contra lo que ahora estaba muy seguro que era una enorme erección cubierta de ropa.

—Estate quieto— ordena, enredando sus dedos en el cabello del joven—. Ciertamente, aprecio el calor en ciertas zonas de mi cuerpo— dice, y el mayordomo aprieta los párpados cerrados.

Antes de poder decir o hacer nada, una sensación nueva lo hace soltar un pequeño grito. Nunca había sentido una lengua sobre su cuerpo –por lo menos, nunca antes de aquella noche–, y ciertamente nunca en aquel lugar tan íntimo. Un fuerte sonrojo se hace presente en sus mejillas.

—¿Q-qué...?— jadea, algo desorientado.

Entonces la lengua cesa su asalto.

—Hm, tu sangre no es lo único que sabe bien de ti...— dice— ¿Sabes? Estuviste fuera por tres horas— suelta una risita—. El suficiente tiempo para que nos presentáramos en el banquete... incluso logramos concretar una fecha para una reunión de negocios con Phantomhive, Sebastian estaba extasiado— un pulgar acaricia una de sus nalgas, y entonces un fuerte pinchazo en esta le hace saber que el vampiro acababa de morderlo de nuevo.

—Hn...— Grell aprieta las sábanas de seda negra en sus manos. Su cuerpo estaba muy sensible, demasiado, y aún las cosas más pequeñas le hacían temblar.

—Corrección— dice el moreno, aún presionando al castaño contra su miembro—. El tiempo suficiente para esperar a que nuestros cuerpos se calmaran, y luego asistir al banquete. Honestamente, tomó exactamente veintiocho minutos y cuarenta y seis segundos que eso sucediera— anuncia, llevando su mano libre a su pantalón, abriéndolo sin problemas para liberar su excitado pene de sus confines—. Pero, como verás, ese estado ya regresó, así que tendrás que hacer algo para remediarlo. Después de todo, es tu culpa, y sólo tuya— habla, casi profesionalmente, como si estuviera explicando cómo se habían modificado las ganancias de una empresa durante el último año.

Su presa, su pareja. [UndertakerxWilliamxGrell/Undergrelliam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora