Capítulo 5

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Eran las 23:00 y yo estaba muy cansada, había sido un dia muy largo, y estar paseando con Harry me había agotado mucho. Decidí ir a dormir.

Cuando ya casi estaba dormida, mi teléfono empezó a sonar, me había llegado un mensaje. ¿Quién sería a aquellas horas? Miré el móvil, era alguien que no tenía agregado.

Buenas noches babe, descansa. Nos vemos mañana.

Harry.

Eso hizo que sonriera como una idiota. Me encantaba. Me volví a hechar en la cama sin contestar el mensaje, no podía parar de pensar en él. Finalmente me dormí.

*****************

Eran las 8:40.
-Mierda, llego tarde a trabajar- No podía llegar tarde otra vez, ya me aviso mi jefa. Fué una mañana "express" asearse, vestirse, desayunar y salir corriendo. "Tengo que empezar a ponerme el despertador" Pensé.

Llegué a las 8:57, no me lo creía.
-¡Justo a tiempo!- Grité sin darme cuenta.

Entre a la panadería donde trabajaba. Estaba como siempre: en el mostrador había un plato vacío donde tendrían que estar las galletitas de coco, a través de la vitrina se podían ver los pasteles y los rollitos de naranja. Cada vez que veía eso se me hacía la boca agua.


Me puse mi delantal rojo con el nombre de la panadería en la esquina izquierda, "Sugar" ponía. Mi jefa salió de la despensa y me miró confusa levantando una ceja.

-Has llegado justo a tiempo, espero que eso continúe así- Me dijo sonriendo. Tenía mucha confianza con ella. Me sacaba unos dos años pero eramos amigas igualmente.

Desde las 9:00 hasta las 13:00 como todos los días, atendiendo a gente y sin parar de pensar en mi Harry, solo que ese día pensaba en él de una forma diferente.

"Hora de cerrar" pensé. Eran las 13:10 y no venía nadie hace media hora. Justo cuando entre en la despensa para dejar mi delantal y coger mi bolso, oí la campanita que suena cuando alguien abre la puerta.

- Lo siento pero es que ya iba a cerrar, puede venir por la tarde- Grité mientras me ponía mi abrigo.

Al no escuchar respuesta recogí mis cosas y salí de allí. Había un hombre con una cesta enorme llenas de rosas rojas y blancas preciosas que le tapaban el rostro.

- Perdone, ¿me ha escuchado? - Le dije. No respondía. "Será mudo o algo" Pensé.

- Suerte la chica que reciba esas rosas, son preciosas -

- Como tú - Contestó aquel hombre. No sabía que decir, no sabía ni quien era. Las flores le tapaban la cara.

-¿Perdón?- Dije con la voz entrecortada.

Dejó la cesta encima del mostrador. Se acercó a mí y me sonrió, le salieron esos hoyuelos perfectos que tenía. Era Harry. Me cogió de la cintura mientras yo jugaba con sus rizos.

- ¿Cómo sabías donde trabajaba? - Dije mientras me reía.

- Tengo mis contactos - Contestó sin soltarme la cintura. Me encantó que me fuera a ver, era tan... romántico. Ninguno de mis anteriores novios me había tratado como él lo hacía.

Salimos y me invitó a comer un kebab que por cierto, estaba delicioso.

Al acabar de comer, fuimos a dar un paseo por el parque más bonito de Londres. Siempre iba allí cuando era pequeña y jugaba en los columpios con mis amigos y amigas. Estábamos los dos callados, escuchando el cantar de los pájaros y el viento agitando las hojas de los árboles.

En uno de los bancos que había en el camino, había una chica guapísima sentada, mirándonos. Se levantó corriendo y le pidió una foto y que la siguiera en twitter. Lo más curioso es que también se acercó a mi y me dijo si se podía sacar una foto conmigo. Me resultaba raro, pero acepté sin pensarlo dos veces.

Little Things (Harry Styles y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora