capítulo 2

17 0 0
                                    

Buscando la #1

Puede decirse, que para Thomas y Evan, sentarse en la mesa más centrada e iluminada de toda la cafetería, refería a una costumbre, algo que no podían dejar pasar. Ellos, junto con unos cuantos chicos del equipo de fútbol del año anterior, ocupaban ese puesto con total autoridad desde que habían sido tachados como los vencedores del campeonato entre los institutos. Durante los últimos años, habían pertenecido al equipo, ocupando los puestos de capitán y co-capitán, llevándolos a la victoria cada año en que se presentaban en la cancha.

Este año, como todos los otros, debían hacerse pruebas para llenar los puestos, reemplazar los fallos y empezar los entrenamientos. Ambos, sabiendo claramente que papel jugarían, solo asistían para apoyar o mejorar las decisiones del entrenador en sacar o meter a algún jugador nuevo.

Mientras Evan distraído, le echaba otro vistazo a la lista otorgada para él, dicho año, a su lado y sin notarlo, la cabellera naranja de su compañera de clase, Olive Gillie, se meció andante mientras ésta y su mejor amiga, Jennifer Dublin, caminaban a paso firme hasta la mesa verde y algo incomoda que las esperaba al final del cafetín.

Para ellas, el lugar donde sus cuerpos reposaran en el tiempo libre, las dejaba sin cuidado, siempre y cuando fuese suficiente la iluminación para mirarse las caras, y tuviesen una superficie donde colocar sus alimentos. Las dos chicas, sumidas en su conversación si quiera se tomaron la molestia de escoger alguna comida en específico, llevándose con ellas lo primero que se les cruzó a sus manos.

—Sin embargo, pensé en no inscribirme este año. — habló Jennifer, acerca de las actividades extracurriculares que cursaba atentamente cada año escolar. —El club de carpintería no es lo mío.

—Te lo dije el año pasado cuando casi te rebanas la mano cortando un trozo de madera. —dijo Olive, llevándose una papa frita a sus labios pintados de carmesí. — siempre odie ese taller, te deja las manos astillosas.

—Creo que lo cambiaré por el club ecológico.

La muchacha de cabello castaño oscuro con toques de amarillo en sus puntas, sacó instintivamente su libreta y empezó de manera exhaustiva a anotar palabras con su bolígrafo rosa. Conociendo la rutina, Olive sólo prosiguió a hablar como siempre, sin hacer preguntas.

—Este año tengo que conseguir la portada del periódico, Jenn. Dale algunas ideas. —pidió. — Tengo mi propia columna, pero no me sentiré satisfecha hasta que un artículo mío resalte en primera página, con letras grandes. — el tono dramático de su voz, atrajo la mirada tajante de su amiga, quien la miraba por encima de sus gafas azules. — Imagina que tan bueno se vería eso dentro de mi solicitud a la universidad ¡Hermoso!

—Deja de contar los pájaros antes de nacer, ni siquiera han abierto aún el comité de redacción, lo hacen en 1 semana — le recordó a la soñadora, mirando como su ceño se fruncía en desaprobación.

—No importa, las exclusivas de mi columna se llenan rápidamente con noticias fáciles que podre recolectar con este tiempo de sobra, — comió un poco de su hamburguesa sudada por el calor de la estufa y observó sobre su hombro. — y mi estrella principal está justo allí.

Y lo estaba.

Mónica Lother entraba a la cafetería con su trio de seguidoras entrenadas para alabarla, resonando el piso con sus tacones de aguja y meneando las caderas como si de una pasarela se tratase. Las cuatro altas y estilizadas, portando ropa de marca y con sus cabellos recién salidos del salón de belleza, miraron en dirección a la maquina de bocadillos; al tener en sus manos cada una, una barra dietética de frutas, fijaron su objetivo natural: la mesa de los jugadores. 

La lista de Evan [#Wattys2016] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora