Vauseman después de Litchfield - 2016

04 - "Reto Gin-tonic".

Capítulo: 04

"Reto Gin-tonic".

—Vaya, nunca antes había visto una camarera tan bella...

A Piper aquella voz le resultó conocida, pero no la relacionaba con ninguna voz de los clientes habituales. Con una amplia sonrisa Piper se giró para atender al cliente que acababa de piropearla.

—Buenas tard... —Piper abrió la boca de golpe— ¿¡Stella!? —Exclamó sorprendida sin perder de vista a aquella mujer.

—Sí, ese es mi nombre —Bromeó—. ¿Puedes tomarte algo con los clientes?

—No debería, pero la jefa no está... —Sonrió—. ¿Qué quieres tomar?

—Me conformo con cualquier cosa que tenga alcohol.

Piper preparó dos bebidas —la suya sin alcohol— y las llevó a la mesa más próxima a la barra por si venían clientes poder atender lo antes posible.

— ¿Cuándo saliste de Litchfield? —Preguntó sentada en la misma mesa que Stella.

—Hace dos meses.

—Me alegro mucho.

Piper no salía de su asombro, a la última persona que esperaba volver a ver era a Stella Carlin y menos si era fuera de Litchfield después de lo allí sucedido entre ambas.

— ¿Has conseguido trabajo?

—Lo conseguí pero ahora no tengo... Ya sabes los problemas de reinserción que tienen las personas que han estado en prisión. Ahora busco otro trabajo para que mi casero me renueve el contrato y no tenga que vivir en la calle.

—Te comprendo, la reinserción es una mierda.

—Dime algo. ¿Cómo acaba Piper Chapman aquí? Reconozco que nunca te imaginé como camarera en un bar...

—Bueno...servir copas no era lo que soñaba desde pequeña, pero con este trabajo gano dinero legal y me conformo con eso. A lo que todavía no me acostumbro es a ver a gorrones que se piden una sola bebida y con eso pasan horas muertas en el bar...

Stella sonrió.

— ¿Te refieres a tipos como el del sombrero de vaquero?

—Sí —Sonrió.

—Bueno, eso tiene arreglo... —Dijo mientras se ponía de pie.

— ¡Espera Stella! —Intentó agarrarle del brazo pero no lo consiguió— ¿¡Que vas a hacer!?

Stella fue hasta la barra y se detuvo al lado de un hombre que lucía orgulloso un ridículo sombrero de vaquero.

—Mi nombre es Stella. ¿Cómo es tu nombre?

El hombre frunció el ceño.

—Me llamo Marco...

—De acuerdo Marco. Dime algo... ¿Crees que la camarera rubia de ojos bonitos te sonríe porque le pareces atractivo? —Preguntó sin perder la simpatía que decidió fingir— Lógicamente no, asique si quieres mantener tu trasero en el asiento por varias horas debes consumir más. Vamos, te reto a que pidas la bebida que más te guste y si te la terminas antes de que yo regrese del baño, te invito a todas las rondas que quieras. De lo contrario, serás tú el que me invite a mí, y a mis amigos de aquella mesa —Señaló una mesa al azar— a una ronda de Gin-tonic. ¿Hay trato? —Extendió la mano esperando que se la estrechara.