"El problema es la muerte" por: Maria Fernanda Caicedo

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Era otro día normal para la familia Lightwood-Bane

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Era otro día normal para la familia Lightwood-Bane... bueno, tan normal como cabía en un hogar compuesto por un cazador de sombras gay, un brujo bisexual libre pensador con ojos de gato, un pequeño brujo con piel azul y pequeños cuernos saliendo de su frente y un pequeño aprendiz de cazador de sombras latino... pero bueno, en el mundo de las sombras nada era normal, Max estaba agotado y sudoroso por haber estado entrenando todo el día en el instituto junto a sus tíos y su hermano.

Tan pronto como Magnus se llevó a los chicos a la sala de entrenamiento, Alec decidió comenzar a hacer los reportes de actividad demoniaca de aquel duro mes, había sido demasiado difícil para todos, especialmente para su familia, ya que rara vez Alec había tenido tiempo para estar con ellos, los Seliees habían estado más activos que nunca, había habido varios ataques a vampiros, hombres y brujos, la misma Catarina Loss se había tenido que enfrentar por si misma a varias hadas que la acorralaron en un callejón, Alec tuvo que interceder por ella en la clave para que no la condenaran por atacar a las hadas. Los cazadores de sombras también tenían constantes confrontaciones con las Seliees y Alec estaba preocupado porque Helen fuera juzgada por su lealtad, que la conduran peor de lo que ya estaba solo por traer algo de sangre Seliee en sus venas, ya de por si era malo que la exiliaran tras la guerra oscura.

Sí, las cosas se estaban complicando en el mundo de las sombras.

Alec estaba tan sumergido en su trabajo, que se sobresaltó y tomo su carcaj lleno de flechas y su arco cuando escuchó unos gritos fuertes y pasos corriendo hacia la habitación en la cual se encontraba, Magnus y Raphael se quedaron sorprendidos cuando el ojiazul les apunto con sus flechas, cuando el chico se dio cuenta que los que habían entrado eran su novio junto con su novio, se sonrojo violentamente mientras bajaba el arco con lentitud.

-Tranquilo Garbancito, venimos en son de paz –dijo Magnus pero Raphael soltó un gruñido molesto –bien, yo vengo en son de paz, Rapha por otro lado...

- ¡Max está molesto conmigo y yo estoy molesto con el! –se quejó el chico cruzándose de brazos.

- ¿Y por qué están molestos? –preguntó Alec acercándose a su pequeño niño.

-Max no quiere entrenar conmigo –se lamentó el pequeño haciendo un puchero.

Alec miró a su hijo enternecido, a pesar de que sus dos hijos se llevaban dos años, eran tan unidos como él lo era con su hermana menor, Raphael ya tenía once años, su entrenamiento de cazador de sombras estaba empezando en el instituto y aunque Max no fuera un cazador de sombras, siempre entrenaba junto con su hermano mayor.

-Tesoro, tu hermano ha estado practicando con su magia toda la mañana –señaló Magnus con dulzura –está un poco agotado, entiéndelo amor.

- ¡Pero yo no quiero entrenar sin Max! –gritó Raphael cruzando los brazos.

Alec se giró hacia el montón de papeleo que tenía aun por reportar, era demasiado trabajo, pero aun así...

- ¿Te parece si entrenamos los dos? –preguntó Alec.

Malec en tus manos (Categoria B)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora