Becca's POV
Es tarde y algo inusual sucede, me siento muy cansada, los párpados me pesan y solo quiero descansar. Estoy desde hace un buen rato solo caminando en círculos por toda mi habitación sin saber que hacer, no puedo tomar los libros y leer y tampoco escribir. Este sentimiento de encontrarme en esta especie de limbo es muy desesperante. Quisiera volver a sentir, a oler.
Ya no recuerdo ese olor tan peculiar de las rosas o del chocolate recién hecho, ni como es la arena en las manos o el agua. Extraño esas pequeños placeres que en el día a día no se valoran lo suficiente.
Me recuesto en el sillón y cierro los ojos, intento forzar mi memoria e imaginación. Imagino un prado muy verde como el de aquel picnic hace varios meses ya, en el pongo muchísimas flores moradas.
Comienzo a respirar el aire fresco y puedo sentir el calor del sol en mi piel, con mis dedos toco el pasto y a lo lejos escucho un pequeño arroyo. Voy hacia el casi corriendo y con mucho entusiasmo sumerjo mis manos en él, sintiendo como el agua corre a través de mis dedos. Sonrío ante la belleza del lugar. Observo mi reflejo en el arroyo, ya no estoy usando el vestido blanco si no uno mas colorido. En el subterra no tenía reflejo y solo podía ver a la yo recostada en la cama. Pero aquí puedo verme por fin después de mucho tiempo, mis mejillas tienen su color de antes y mi cabello brilla con la luz.
Como niña pequeña corro por todo el prado y doy vueltas riendo muy fuerte. Algo a lo lejos me llama.
Becca
La voz me parece conocida pero no logro recordar de quién es. De repente en medio del prado aparece una figura, lo miro con atención y tengo que reprimirme para salir corriendo hacia él. Esta tan lindo como siempre, me acerco poco a poco, su cabello tiene destellos dorados por el sol, mi corazón se acelera, sus ojos me observan sorprendidos y me dedica una gran sonrisa idéntica a la que yo tengo en mi rostro. Cuando estoy lo suficientemente cerca corre hacia mi y yo me lanzo a sus brazos deseosa de sentir su calor de nuevo, de respirar su esencia.
-Becca- dice suspirando- te he echado tanto de menos.
-Yo también Engel- digo y en mi mente hay mil y una frases para decirle, no tengo idea de como llegue aquí, de como llegamos aquí.
Esto es demasiado real para ser un sueño pero no puedo encontrar otra explicación, quizá sea solo mi imaginación pero es como si él realmente estuviera aquí, como si ambos estuviéramos conectados.
-¡Pequeña mía, me has dejado muy solo últimamente!- pasa su mano muy lento por mis mejillas y yo cierro los ojos disfrutando su tacto. Me gustaría estar aquí por siempre.
-No te he dejado solo, siempre he estado ahí aunque no me veas- no se si sea bueno confesarle todo, tanto como es un sueño como si no. De repente siento como su cuerpo se tensa y el se queda sumido en sus pensamientos. Tomo su mano y juego un poco con ella.
-¿Que sucede?
-Tengo miedo de que te vallas, de que esto sea solo un sueño. No soportaría perderte de nuevo.
Sus palabras me duelen, verlo sufrir de esta manera me pone muy mal. Lo tranquilizo diciéndole que no me perderá y le prometo volver al día siguiente aunque no estoy muy segura de como lo haré. Con demasiado esfuerzo me alejo de él. Le sonrío y todo el se vuelve borroso, cierro los ojos y al abrirlos estoy de nuevo en mi habitación.
Una gran sonrisa aparece en mi rostro, la felicidad me invade por completo. Pude verlo y sentirlo de nuevo, y lo mejor, él también me vio. Por unos cortos momentos deje de ser un fantasma, volví a la vida, aunque solo en sueños pero volví. ¿Pero como? No era algo que yo pudiese explicar, pero últimamente nada tenia sentido. Cierro los ojos y vuelvo a ese lugar, no se como regresar. ¿Y si Engel también lo soñó? ¿Qué tal que nuestras mentes se conectaron? No parece algo muy real a decir verdad, tendría que averiguarlo, pero sería hasta la mañana, mi situación fantasmal no me dejaba atravesar paredes, la parte mas genial de los fantasmas y yo no podía.
