Y la curiosidad mató al gato...otra vez.

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Engel's POV

Me levanto de la dura silla donde he estado sentado la mayor parte del día, he estado encerrado en la sala de juntas solo escuchando los hablar y hablar sin parar.

La situación se había complicado, los ejecutivos no estaban nada contentos con la reciente pérdida que habíamos sufrido, y el hecho de que Becca no despierte los pone mas nerviosos aun.

Tengo la sospecha de que tienen algún asusto secreto con ella, el cual no me quieren decir. Solo eso explicaría su impaciencia por que despierte.

Después de horas y horas han decidido que será conveniente traer un médico especialista desde otro cuartel. Al principio me negué, argumentando que con los cuidados que le dábamos todos y la asistencia de Nick era más que suficiente. Pero pensándolo bien tal vez un médico la ayudaría mejor, además yo no soy doctor ni nada por el estilo, todos mis conocimientos eran basados en los libros que leía y la ayuda de Nick.

A regañadientes acepte. El doctor llegaría mañana por la mañana. Esto desde luego restaría el tiempo que paso a diario en la habitación con Becca y eso me irritaba, pero me consolaba a mi mismo pensando que quizá con él podría despertar y mejorar pronto.

Queriendo aprovechar el tiempo que me queda me encamino a su habitación, tengo tanto que decirle, además faltan solo un par de capítulos más para terminar la novela que le estoy leyendo actualmente, Jane Austen y su clásico no son tan malos como los imagine.

A mitad del camino me topo con Karen, lleva su cabello lacio y rojo en un chongo improvisado, me mira y yo no se que hacer. Hace mucho que no hablamos, decidimos darnos un tiempo en la relación y todavía no estaba seguro de querer o no regresar con ella. Sonrío y ella me devuelve la sonrisa. Se acerca a mi y yo no e alejo.

-Engel. ¡Cuánto sin verte! ¿Cómo has estado?- dice con entusiasmo. Me fijo en sus ojos y descubro un brillo extraño que no se describir.

-Pues algo cansado de tanto trabajo.

-Me imagino, deberías dejar de trabajar tanto, relajarte y divertirte un poco- pone su mano en mi brazo y me mira alegremente.

-Si quizá tienes razón.

No se que mas decir o hacer, cuando no esta gritando o quejándose de lo que hago su compañía es agradable y me hace recordar porque me gustaba. De pronto se pone seria.

-¿Qué nos ha pasado? Solíamos pasar un agradable tiempo juntos. Ahora ya no te importo ¿cierto?

Su voz es tan frágil que despierta mi lado protector.

-Por supuesto que no, eres una persona muy importante en mi vida y mi amiga, que mas puedo pedir en la vida.

Ella suelta una pequeña risa.

-Claro con amigas como yo que mas se puede pedir- me río con ella.

-Lo se.

Es agradable estar así de tranquilo con ella, pero recuerdo a donde iba, me despido rápido y retomo mi camino a la habitación de Becca.

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Becca's POV

Estoy que hecho humo. ¡MALDITA SEA! Puedo sentir mis entrañas retorciéndome y se que si estuviera despierta tendría ganas de vomitar. Estoy enojada y quiero golpear cosas. Quiero llorar de enojo, y de tristeza a la vez. Esta impotencia me mata y es lo peor que jamás había sentido.

Justo cuando Lizzie salió de mi habitación le pedí dejará la puerta abierta para poder dar un paseo antes de que viniera Engel. Pero ojalá no lo hubiera hecho. Me maldigo a mi misma por estar siempre en lugares donde no debería, escuchando cosas que no debería. Ya había sucedido una vez, hace tanto tiempo, el día que observándolo por cámaras vía satélite le robo un beso a la... a Karen.

Acepto que no debía estar espiándolo de esa manera, pero hoy ni siquiera era esa mi intención.

Al salir de mi cuarto lo veo platicando con ella muy alegremente, puedo detectar su voz falsa de siempre, pero parece que él no lo nota. Dudo entre entrar al cuarto pero una fuerza interior me domina y me acerco para escuchar de lo que hablan. ¡Estúpida curiosidad! Mató al gato y a mi me rompe el corazón... otra vez.

No se si me duele mas los ojos que pone él al verla o la manera en que le dice que es una parte muy importante para él, que no necesita nada mas en la vida.

No lo soporto más, regreso corriendo al cuarto y deseo poder azotar la puerta pero me es imposible. Cuando entra no tengo ganas de verlo, salgo de la habitación y corro por los pasillos sin parar hasta agotarme, me recargo en una pared para recuperar el aliento. Siento que he corrido por horas y al mirar a mi alrededor me doy cuenta de que llegue a la biblioteca. Las luces están encendidas, pero el lugar esta vacío.

Mi mente da vueltas, y el no poder llorar me cansa mentalmente, no poder liberarme de esta sensación, esta opresión en el pecho. Cierro los ojos intentando escapar, quiero alejarme, dejar de ser yo.

-Estúpido Engel.

Digo antes de caer de nuevo en ese extraño estado de trance o sueño.

De nuevo estoy en ese hermoso prado, puedo respirar el fresco aire de nuevo y con todas las sensaciones volviendo a mi, por fin puedo llorar.

Dejo que mis lágrimas rueden libres, sintiendo como se me quita un gran peso de encima, lloró recordando la escena y lloró por mi impotencia para intervenir. Pensamientos malos me llegan, pero son mejores que los pensamientos tristes. El infierno está vacío y todos sus demonios están aquí, en mi mente, susurrándome cosas terribles y dolorosas.

Su voz me sobresalta de repente, no lo sentí venir, y no se si quiero verlo aun. Pero cuando me rodea con su brazos no lo apartó.

-¡Becca!¿Qué pasa?- dice preocupado y yo no tengo fuerza para hablar.

Escondo la cara en su pecho y sigo llorando. Es ilógico puesto que estoy así por su culpa, pero su cercanía me ayuda. Odio su poder de ser dolor y cura a la vez, la mayoría de las veces me consuela es cierto, pero lo que no sabe es que esas veces normalmente estoy mal por su culpa.

-Pequeña háblame. ¿Te hicieron daño?- su voz evidencia su preocupación pero mi enojo, y orgullo, me evita consolarlo.

Pero ¿como explicarle? ¿Cómo decirle que si, que el fue el que me hizo daño? Pero ni siquiera es su culpa, no puedo evitar que se sienta de tal manera por ella. Y como es su amiga y tan "importante" para él, no puedo decirle que la odio, que la odio mas de lo que jamás odie a nadie. Que de hecho a nadie había odiado. No puedo explicarle lo mal que me siento por desear el trato que le da, la manera en que la ve, que deseo que me trate igual o de mejor manera. Que envidio como ella tiene mas posibilidades con él, por ser mas bonita, además de "especial". Sin con ella no pide mas, ¡Qué rayos significo yo!

Mi enojo crece y los pensamientos apagan mas mi voz, ahora me es imposible pronunciar una palabra, espera a que me calme un poco. Pero en cuanto lo hago me aparto de él.

-Nos vemos luego Engel- le digo esforzando la voz para que salga de mi garganta, se nota mi enojo en la frase, espero sea suficiente por ahora, me alejo de él lo mas rápido posible sin darle oportunidad ni de reaccionar siquiera.

Despierto en plena oscuridad de la noche.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2016 ⏰

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