Cuando regresó la vista al frente, halló a un reluciente joven que, por primera vez en aquella tarde, cruzó con él su mirada.
«¡Oye, Kageyama!»
Pero, poco a poco, el cuerpo del contrario parecía inclinarse, hasta caer rendido sobre el sofá.
«¿Por qué tienes que ser tan frío, Rey de la Nieve?»
Por otra parte, Tobio se acercó hasta él a paso vivo, realmente preocupado.
«Hagamos una carrera.»
Parecía dormido, pero no se trataba exactamente de eso, pues halló algo fuera de lo común sobre su cuerpo.
«La nieve es genial, ¿no crees?»
Se trataba de una especie de llave que sobresalía de su cuello, a lo que extendió el brazo dejándose llevar por su instinto, haciéndola girar.
«Algún día llegaré a ser tan genial como tú.»
Instantáneamente, el joven pelinaranja se puso en pie, haciendo retroceder al azabache, hasta caer sobre el suelo.
«Creo... Que ya no debería estar aquí.»
En ese instante, sus miradas cruzaron de tal forma que pudieron haber detenido el tiempo.
«Sólo soy un estorbo para todos...»
Pero la cabeza de Kageyama tan sólo se concentró en la erguida posición en la que su compañero se encontraba.
«Sólo soy un estorbo para ti.»
Hizo todo lo posible por evadir la idea de ahogarse entre aquellas lágrimas que tanto le aterraba mostrar, al ver de pie a aquel extraño juguete que tanto se asemejaba a su viejo amigo.
«¡Admite que es cierto!»
El único en quién posó su confianza, hasta que un día...
«¿En serio me vas a decir que sigo siendo útil?»
Le abandonó.
«¡Oye, no eres tú quien debería llorar!»
Todo aquello se movía por su mente sin piedad alguna.
«Eres un egoísta.»
El mismo constante ruido que nunca le dejó conciliar el sueño y que cuando lo lograba avivaba en sus pesadillas.
«¡Rey de la Nieve!»
Porque en el fondo se sintió siempre culpable por la huida de aquél.
¿Por qué fue que aquella vez, teniéndolo tan cerca, parecía como si se alejase tanto?
ESTÁS LEYENDO
Juguete De Cristal [Haikyuu / Yaoi]
Fiksi Penggemar"Mi mundo... Era un mundo lleno de soledad y oscuridad. Entonces, de repente, una luz apareció en él. Esa luz tan deslumbrante como la del sol me dijo: «Ya no estarás solo. Te encontré». Entonces... ¿Por qué me abandonaste?"