Circulo de Mariposas.

El corazón palpita en la medida que tú quieras:

 Cada uno ya había subido las escaleras hacia arriba del centro comercial, Fin, se quedo absorto sobre la silla en el circulo,pensando en tantas cosas cómo se le pasaran por la mente en esos minutos quién, pensando en lo que sucedería a partir de ese punto en su vida,no movió ni un solo musculo. Luego de unos minutos,apreció mejor el lugar; Un espació bastante limitado, oscuro, y lamentable al igual que las personas en él. Carteles azules pegados en varias esquinas del lugar,carteles del mismo circulo de ayuda,en el, una mano haciendo la seña del "Okay" con él mismo nombrado debajo. 

Cuando Fin subió apenas cuatro escalones,noto a otra persona enfrente suyo sentada en el sexto escalón.

La chica castaña caoba, le indico que se sentara junto a ella, Ben dudo por dos segundos y se acomodo a su lado. 

Interactuaron con solo miradas por un largo rato, en sí ya decían mucho más que una conversación.De pronto, Jupiter baja la mirada de los ojos del muchacho hasta su collar con forma de ancla.

-¿Que haces aquí?.- Pregunta sin apartar la mirada de su collar.

- Tuve que quedarme un tiempo extra ya que Amanda me pidió que le ayu-- La chica no le dejo continuar y articulo:

- No. No me refería a eso, me refería a ¿Que haces en ésta ciudad tan jodidamente pequeña y lamentable?.

-Bueno ¿Por qué lo preguntas?.

-Porque tú no pareces lamentable.

El chico se quedó en un absorto silencio momentaneo, apreciando los ojos de la chica, que parecían ser más hermosos bajo las luces de los desgastados focos de aquellas solitarias escaleras.

-El corazón palpita en la medida que tú quieras.

-¿Disculpa?.- Dudó el chico.

- Quiero decir, no me parece estúpido ni absurdo que seas un rarito "adicto al amor", me parece jodido que te enamores, realmente muy jodido. Lo demás es tú decisión. Después de todo el corazón palpita en la medida que tú quieras.- Dijo la chica ladeando la cabeza de izquierda a derecha.- Bien, debo irme.- Se despide levantandose rápidamente antes de que el chico pudiera poner objeción o articular palabra alguna.

Después de eso Fin no pudo dejar de pensar en aquellas palabras de la chica El corazón palpita en la medida que tú quieras.