Dos

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En otro momento sentí como se abría lentamente la puerta, de manera insegura. Yo estaba al otro lado de la cama, dejando a esta entre la puerta y yo. Cuando sentí como se adentraban los pasos me dí cuenta que era mi padre. Se había quedado frente el marco de la puerta con un vaso de agua en la mano, sus ojeras estaban marcadas y parecía tambalearse.

"Papá..."

Dejo el vaso encima de mi mesita de noche que estaba al lado de la cama, en ella había una vela y un pequeño recipiente con flores. Tomó otro vaso que había dejado el día anterior y se quedó quieto.

"¿Papá?"

Se pasó la mano por el rostro y suspiró.

"¿Cómo está mamá?"

Se mantuvo en silencio un momento y cerró los ojos. Se veía cansado, agotado... Dolido.

"Yo... Lo siento."

Se alejó al instante que intenté acercarme, dejando la habitación con una mueca y cerrando la puerta tras de si.

"Lo siento."

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