Eres un Idiota

CAPÍTULO 5: ¡LA VERDAD ENTRA Y SALE POR LOS OJOS!

Narra Zxac

La puerta se abre de golpe dejando me ver a la chica que salió como una loca maniática hace más de 15 minutos, y que abra la puerta de golpe no es eso lo que me impresiona, sino lo que tiene entre sus brazos, un niño. ¿Qué hace un niño en la empresa? Ese mocoso al escuchar el sonido de la puerta sale de su escondite y me queda mirando fijamente. Su mirada es tan fuerte que hizo que me incomodara.

—Ma, ¿Quién es él?_ le pregunta a su madre sin aparta su mirada amenazante de mí. – ¿También te pega?

Esta vez deja de mirarme para mirarla a ella. Pensé que tendría alguna expresión en su rostro pero lo que hace me deja atónito.

—Jemix_ soba suavemente su mejilla tranquilizándole –Todo estará bien, vale _ el niño parece entenderle ya que se queda en silencio. Nunca pensé que vería una mirada tierna en ella.

Ella se sienta frente a mi escritorio y baja su mirada. Jash me siento un poco decepcionado, no pensé verla así.

—Entiendo si me quiere despedir, solo vine por mis cosas._ dice sin apartar la mira de mi escritorio. Intento encontrar su mirada pero la desvía de la mía.

—Míreme como siempre, no seas cobarde_ le reprendo, no es gracioso si ella se rinde ante mí. Creo fielmente que no debí decir eso, recuérdamelo más tarde conciencia, esta mujer va a acabar con mi vida. Ella alza su mirada y la clava en mí, da miedo, carraspeo un poco incómodo intentando controlar la situación.

—Así debe ser, la verdad entra y sale por los ojos, _ comento, me detengo un instante para tomar aire, reconozco que su mirada fija me está intimidando- explíqueme ¿por qué esta ese niño aquí?

No es que me desagrade que su hijo este aquí, Jash a quien intento engañar, no me gustan los niños, pero ese no es el único problema, si lo llegan a encontrar aquí puede ser un grave problema para mí y para ella. Los accionistas que quieren quitarle la empresa a mi padre no dejarían pasar una oportunidad como esta.

—Ma, _ le llama el niño alzando su mira hacia ella, está sentado en sus piernas y no deja de mirarme a mí y luego a ella. No sé quién da más miedo, ella o su hijo. Es lo único que heredo de ella, esa forma de mirar a los demás es aterradora. — ¿Por qué él parece un búfalo celoso? ¿Hiciste algo mal?

¿Qué?, ¿búfalo celoso? Jash, ¿este mocoso como se atreve a llamarme a si?

—Me llamaste búfalo celosos_ me dirijo a él, quien afirma con su cabeza. Sus ojos son demasiado grande y sus pestañas son largas, demonios se ve adorable –pero no soy un búfalo celoso.

—Entonces ¿por qué estás tan enojado? _ pregunta un poco avergonzado, espabila repetidas veces y se remueve de sus puesto—Mira tú ceño esta así _ me señala mientras me enseña con su rostro como está el mío. Arruga su nariz y pone tres líneas en su frente.

Me hace reír, fue gracioso verle hacer eso. Él se avergüenza de nuevo y mira a su madre.

—Deja de preguntar ¿quieres?_ le suplica ella, a lo que el obedece sin protestar. Vea que obediente.

—¿En realidad me veo así?_ le pregunto a él para que no se intimide, con un espíritu competitivo asiente clavando su mirada en mí, pero esta vez no es aterradora, más bien es una mirada cálida llena de curiosidad. –y ahora, ya no estoy enojado_ le sonrió y el me devuelve el gesto. Su risa contagiosa se escucha por toda la oficina.

Por un momento dejo de mirarle y la miro a ella, sin pensarlo dos veces volví a mirar al niño.

—Me va a despedir sí o no_ uff, su pregunta me deja hiperventilando, ¿es su forma de pedir disculpa? Sin otra opción que mirarla para ver si puedo encontrar una explicación lógica a su comportamiento pero no, no hay nada más que su mirada fulminante.