Mi calidoscopio

Mi inspiración

Intentando buscar un poema
que hablara de nosotros dos
no encontré ni un solo verso
que contara nuestro amor.

Así, despidiéndome del sueño
que llegaba en mi vasto interior,
elevé mi pesado organismo y
subí al castillo de la inspiración.

Y empecé a hallar adjetivos
para definir tu persona.
Tú los llamas idealizados
yo los llamo realidad.

Que por arte de magia
llegaste a mi vida.
Y por acto reflejo
has curado cada herida.

Y yo con tendencia a degradar
la existencia del amor,
ahora la subrayo
con tu fervor.

Que si la distancia es óbice,
amarte se me hace muy fácil.

Y con la excusa ya eres cómplice
que para escribirte basta
que seas tú el guía,
el rey de mi más
considerada
poesía.