Teletransportarnos

32 2 0
                                    

Has dejado que la maldad arruine tus letras,
ahora deja que me despida como es debido.

Me creías la mala y no quisiste conocerme,
me amabas odiando mis ideales,
me amabas odiándome a mí.

Y yo te amaba odiándote,
intentado cambiarte,
casi sería empate,
casi si no te hubiera escuchado,
casi si no te hubiera entendido.

Tengo miedo, estoy en contra de mis días sin tí.
Y tal vez sí que esté loca, pero lo estoy por tí.

Soy tonta, siempre lo dije,
por tener la esperanza de que volvieras,
por pensar que te quedarías conmigo,
por pensar que íbamos en serio.

Así que adelante, ríete de mi.
Faltame el respeto, déjame de una vez.
No puedo recuperarme sin ti.

Pero después prepara la cama
e invítame a dormir.
Despiértame con el buenos días amor
y cálmame de la pesadilla que tuve.

Abrázame fuerte,
dime que ya no puedes estar lejos,
dime que quieres una vida junto a mí.

Entonces sonríeme como tú sabes,
susúrrame que la magia sí existe,
que el amor no ha llegado a su fin.

Y llama a tu madre para decirle
que te casas conmigo.
Dile que nos mudamos al campo
a leer nuestros cuerpos
y a tener hijos.

Dile al sol que ya puede salir,
que nuestro amor es más fuerte,
que me devuelves la fiebre.

Pero salgo y está lloviendo,
solo hay una realidad al frente:
yo solo he sido tu amor de verano,
y tú solo has sido mi sinfín.

Ya no volveré a verte,
ni siquiera volveré a besarte,
a hacerte sonreír,
a hacerte sentir rey
de todos mis reinos.

Ya no llenarás mis pulmones,
tampoco me harás creer,
ya ni siquiera podré llegar
al orgasmo de aburrirme
junto a ti.

Que amas más a tu orgullo,
que yo no merezco tu dolor,
que no podremos amarnos,

ni en secreto,
ni en color.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 22, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi calidoscopioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora