Chapter 2.

9.7K 300 107
                                    


-Olvidate de James, vamos a disfrutar esta experiencia.-dijo Gian entrando mis maletas.

Entramos a una especie de casa de retiros que papá le había solicitado a la federación. Había chicos por todo el lugar. Dejamos las maletas en la sala y todos se acercaron a saludar a Luca y a papá. Muchos me miraban raro.

-Chicos, les presento a mi hija _____. Ella y su amigo Gian son nuestros fisioterapeutas oficiales.

-Bonjour.-saludé.

-Bonjour.-respondieron gentilmente.

-Nada de salir con ella, ¿vale? Quien le ponga el ojo encima lo mato.-amenazó.

-Papá...-musité avergonzada.

Tomé mis maletas y las llevé hacia mi nueva habitación, en la primera planta frente a la de papá. Debido a que era la única chica, tenía una habitación para mí sola. Gian compartía habitación con Luca y con papá.

Salí y recorrí todo el lugar. Un living enorme, una cocina con un comedor inmenso. Me dirigí al patio y habían varias mesas y una cancha sintética. Papá lo tenía todo preparado.

-Bonjour petite.-susurraron en mi oído. Volteé.

-¡Oli!-lo abracé.

-¿Te olvidas de tu deliciosa barra de chocolate?-intervino Paul.

-Claro que no, tonto.-le abracé también.- Karim hace falta aquí.-musité.

-Pero le han traído buen sustituto.

-¿Quién es?-pregunté curiosa.

-Ese chico de allá.-señaló Paul.

-¿El que habla con Gian?-pregunté confundida.

-Si, Griezmann. Le dicen "el principito."

-Creo que lo he visto antes.-dije dudosa.

-Juega en el atlético.-dijo Olivier.

-Ya sé quién es. Tenía el peinado de Pepe Le Pew.-ambos rieron.- ¿Qué?

-Sigues siendo igual de graciosa.-me abrazó Oli.

Papá nos indicó que era hora de cenar y entramos. Nos sentamos todos en el comedor, éramos alrededor de 25 personas. Justo en frente mío estaba el sustituto de Benzemá, Griezmann. Nuestras miradas se conectaron y sonrió.


Al terminar la cena, papá comenzó a dar indicaciones

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al terminar la cena, papá comenzó a dar indicaciones.

-Debutamos en 3 días. Mañana tendremos trabajo físico, descansen bien. Pasado mañana tendremos tácticas y por la noche viajamos a París para el partido el viernes. Los necesito despiertos a las 7:00 AM, desayunamos y a las 8 calentaran con ____ y serán 30 minutos. Luego vamos al campo a trotar.

El viaje me había cansado demasiado, así que fui a mi habitación. Me duché rápidamente y cepillé mis dientes. Me puse la pijama y cuando estaba decidida a acostarme tocaron mi puerta. Abrí.

-¿Todo bien, princesita?-preguntó papá entrando.

-Hasta ahora, sí.-suspiré.- Extraño a mamá.

-Yo también, pero la veremos el viernes. Mañana vienen para acá.

-Genial.-sonreí.

-Descansa, buenas noches, te quiero.-besó mi frente.

-Aur revoir.-me despedí.

Gian también me dio las buenas noches. Me acosté y cerré los ojos, pero no podía conciliar el sueño a pesar de estar cansada.

*

Mi alarma sonó, indicándome que ya eran las 5:30 AM. Desperté y me duché con agua tibia. Sequé mi cabello y lo dejé suelto, me puse unos shorts y una camiseta. Me dirigí a la cocina en pantuflas en busca de mi café matutino.

Aún nadie despertaba, eran las 6:15 por lo que silenciosamente me serví una taza de mi preciado café, me senté en una de las gradas que conectaban la cocina al patio.

Viendo hacia la nada, tomando mi café, pensando en miles de cosas, entre ellas James... Su comportamiento no era normal, podía jurar que estaba viendo a alguien más. Pero, ¿por qué? Yo realmente le quería, y se supone que él a mí también.

Si Gian se daba cuenta que estaba pensando en James me daba una colleja seguramente.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por una mano que se posó en mi hombro.

-Buen día.-sonrió.- Perdona la molestia, es que no le entiendo a la cafete.... ¿Estás bien?

-Sí, sí. No es nada.-limpié una lagrima que se escurría por mi mejilla.- Te ayudo.

Caminé hacia dónde la cafetera estaba junto a él.

-Soy Antoine.-sonrió.

-Yo ___.-sonreí de vuelta.

-Aquí tienes.-dije tendiéndole la taza de café.

-Gracias, perdona la molestia...

-No es nada.

-Buen día.-dijo papá entrando.

-Buen día.-respondimos.

-En 10 minutos desayunamos, ¿vas a comer así?-preguntó papá viendo mi vestimenta de vagabunda.

-No, iré a cambiarme ya.

Regresé a mi habitación y me cepillé los dientes. Después de amarrar mi cabello en una coleta, me puse el respectivo uniforme de entrenamiento para acompañar a todos en el desayuno.

-__, ¿puedo pasar?-preguntó Gian tras la puerta.

-Pasa.-grité saliendo del baño.

-¿Cómo estamos?-preguntó abrazándome.

-Más o menos...-dije correspondiendo a su abrazo.

-Él se pierde lo maravillosa que eres.-besó mi frente.

-Dices eso porque eres mi amigo.-protesté.

-No, tengo que contarte algo.-rió.- Bueno, no sé si deba.

-Habla ahora Gianluca Simeone.

-No puedo.-rió. Alcé una ceja.- Está bien, le gustas a un chabón de estos.

-Estás loco.

-Alguien se estaba echando pajas en tu nombre ayer.-rió descontroladamente.

-¡Que asco, Gian!

-Tu querías saber.-contestó riendo.

-Ya es hora de desayunar.-gritó Luca.

La hija de Zidane. [Anto Griezmann]Where stories live. Discover now