La hija de Zidane. [Anto Griezmann]

Chapter 12

-¡Estamos en cuartos de final!

Todos levantamos nuestra copa al oír la expresión de felicidad de papá. Todo había pasado tan rápido, y de aquí en adelante ya teníamos que pensar en llegar a la final y ganarla.

Terminamos de cenar después de vencer a Irlanda, la concentración estaba inundada de alegría. El equipo estuvo brillante y Griezmann logró evidenciarlo con un doblete.

Luca debutó como titular e hizo tres atajadas nivel dios, fue impresionante. Burdeos terminó coreando su nombre.

-Estoy tan orgullosa de tí, ¿sabes? Eres el mejor, lo hiciste fenomenal.-abracé a Luca.

-Gracias hermanota.-besó mi mejilla.- Creo que te esperan.-señaló con la vista la terraza..

-Pero papá...

-Nosotros lo entretenemos, ve.-susurró Paul en mi oído.

Los chicos hicieron un círculo alrededor de papá. Oli estaba en la puerta del balcón para darnos alguna señal si papá venía.

Papá no sabe que estoy con Antoine, toda la concentración si, y era tierno el hecho que trataran de cubrirnos. Muchos me decían que el secreto no iba a guardarse por tanto tiempo, pero era justo lo que necesitaba. Tiempo. Necesitaba que la euro terminara para hablar con papá sobre esto.

-Hola preciosa.-besó dulcemente mis labios.

-Estuviste fenomenal.-le devolví el beso.

-Tu me inspiras.-sonreí.

-Te amo.

-Yo te amo más, amor.

Volvió a juntar nuestros labios, era simplemente mágico, no podía describirlo de otra manera. Me sentía como una adolescente enamorada, amando a escondidas, pero sabía que papá no aceptaría nuestra relación en este momento. Era mejor esperar.

-Entonces, como les decía...-dijo Oli riendo, provocando que nos separáramos.

-Ah, aquí están.-dijo papá aliviado.- Pensé que se habían perdido.

Salimos del restaurante y nos encaminamos hacia el bus, nos esperaba un largo viaje hasta París, de vuelta a casa.

Me senté al lado de Gian, sus brazos siempre han sido cómodos para recostarse, y por mi nivel de cansancio sabía que en cualquier momento estaría cabeceando.

Saqué mi teléfono y conecté mis audífonos, los puse en mis oídos y seleccioné la canción que quería escuchar.

"Y una vida entera a mí no me vale porque no se viven dos historias iguales,

Con los ojos me lo dices no hables, no vas a olvidarme.

Que una vida entera a mi no me vale porque no se viven dos amores iguales,

Recordar tu voz, pensar en tu nombre sin desmoronarme.

Y una vida entera a mí no me vale porque no se viven dos historias iguales,

Cada día, cada vez, cada instante

No vas a olvidarme, no voy a olvidarte..."

-______...-dijo Gian sacudiéndome.- Son las 2 am y aún faltan 3 horas de viaje, ¿querés recostarte?-abrió sus brazos y yo me acomodé entre ellos.

*

*

*

-Buen día, Pettit.-dijo acariciando mi cabello.

-Buen día, Anto.-sonreí.

Esperen. ¿ANTO? Abrí mis ojos.

-¿Dormiste bien?-asentí.

-¿Cómo llegué a mi habitación?-pregunté preocupada.

-Luca te trajo, estabas como muerta.-rió ligeramente.- Cuando todos estaban dormidos ya, me colé para dormir contigo.

-Eres una ternura.-lo abracé.- ¿Qué hora es?

-Las 10:30 am.

-¿Siguen todos dormidos?

-Si, regresamos a las 4:45 aquí, así que probablemente despierten para el almuerzo.

-Quédate.-hundí mi cabeza en su cuello.

-Suerte que despierto junto a ti.-comenzó a tararear la canción de Jason Mraz.- Suerte que sentí lo que sentí, suerte que regresas para mí.

-Suerte que hay más por conocer,-proseguí con la canción.- Suerte que contigo creceré, suerte que te tengo al volver.

Me levanté de la cama y busqué ropa para meterme al baño, el día se miraba nublado por lo que opté por unos cómodos leggins, una camiseta y un par de converse blancos.

Me metí a la ducha y terminé lo más rápido posible. Me vestí dentro y salí mientras secaba mi cabello.

-Pensé que te habías ido.-dije en voz baja, nadie debía escucharnos.

-Me quedé con la esperanza de que te cambiaras aquí.-levantó una ceja.

-Te quedaste con las ganas, principito.-caminé hacia mi armario moviendo un poco mis caderas.

-Creo que también necesito una ducha.-susurró en mi oído.- Te veo después, jet'aime.

Me giré para quedar frente a él y deposité un apasionado beso en sus labios, a lo que él respondió apretando mi trasero, reí levemente mientras él salía de mi habitación.

Nadie despertaba aún, así que decidí salir para buscar algo de comer. Tomé un taxi hasta el centro de la ciudad y entré en una panadería, ya era demasiado tarde para un café, así que a mí trozo de pastel lo acompañaría una soda.

Vaya desayuno.

Terminé con el selva negra y pagué para luego caminar por las calles de París, como extrañé a mi querida Francia. Al contrario de lo que todos piensas, es más discreta, calma y pacífica que Madrid.

-¿______?

Volteé al escuchar que alguien pronunció mi nombre, arrepintiéndome de haberlo hecho cuando vi de quién se trataba.

Ya me enteré que hay alguien nuevo acariciando tu piel

Algún idiota al que quieres convencer que tú y yo somos pasado.

Ya me enteré que soy el malo y todo el mundo te cree

Que estás mejor desde que ya no me ves, más feliz con otro al lado.

¿A quién piensas que vas a engañar? Sabes bien que eres mi otra mitad.

Olvídate de ese perdedor, y repítele que yo soy mejor

Que no le eres fiel con el corazón

Que eres mía y sólo mía, amor

Despídete de ese perdedor

Que imagine que ya no existo yo

Deja claro que aunque intente no lo vas a querer.

La verdad es que me extrañas tanto, lo sé.

Regresarás, yo sé muy bien que tú regresarás

Estás con él por pura comodidad

Aburrida entre sus brazos.