Sin más.

Masoquista.

Comienzo con letras que ni yo misma sé de dónde salen pero si sé que detrás de ellas estás tú sonriendo.

No se cuentas veces llamé a tu puerta para que vinieras y de todas esas veces me abrió la muerte, diciéndome que tú ya habías acabado con tu trabajo: enamorarme y después hacerme heridas.

Te juro que volvería a ti mil veces más, porque me di cuenta que no necesito a nadie más que a ti.

Y joder, no sé cómo salir de esto, solo quiero que te quedes un rato.

No cuento las heridas porque son muchas y me pasaría la vida contándolas y más si son en el corazón, pero quédate.

Soy masoquista, lo sé.

Pero el abismo tiene unas vistas increíbles, desde aquí se ve tu sonrisa en las nubes, tus ojos marrones los cuales me quitan el sueño, se ve también las ganas que tenía de versarte. Sí, verte como arte. Y no como tu.

Eres magia, un asesino que siempre quiero que vuelvas porque al final eres tú quien me mantiene en pie.

Te daría las gracias, pero prefiero darte un beso lleno de poesía.

No quiero volver a morir, pero si tú me matas no me importaría.

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