Soy una cursi.

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Hay una fina linea entre olvidarte y quererte un poquito más, pero es una linea que mata. Fijate, tú estás sonriendo, yo estoy llorando. Tú llegas a las metas y tú eres mi meta.Podría seguir escribiéndote pero me estoy quedando sin tinta, creo que voy a ir a pedir cartuchos para arreglar este corazón al infierno y hablaré con cupido de porqué la flecha hace más daño que la distancia que me separa de ti. Te he visto con suspiros entre mil poemas, también te he visto saltando todos tus problemas y pisándolos, te he visto tentar a la suerte para tener más espacio entre el querer y el te olvido. Te he visto de todas las maneras, en todos los idiomas, y en cada imagen te he visto tú, porque joder, he visto mil colores pasar por mis ojos, mis pupilas solo se acuerdan de lo mucho que brillabas aquel día en el cielo, pero aún así se quedaron mudas al verte tan tú. Porque tú puedes crear todo esto, porque tú puedes con todo, y porque tú me enseñas quien soy y quien dejo de ser. Si cierro los puños te siento cerca, porque mi alma se eriza, y no sé si eres tú o es el frío que hace debido a tantas lágrimas caídas en éste abismo. ¿me haces un favor? Sal afuera, pulsa el botón de sonríe siempre, y llega a la cima. Hazlo porque te juro que cuando lo hagas yo estaré ahí -abajo- siendo la chica más feliz del mundo, porque joder, te quiero, y porque no soporto verte en el infierno de tus propios miedos. Soy una cursi, lo sé, pero cuidado, los cursis solemos romper los corazones sonriendo falsamente, no confíes en mis sonrisas, sólo las saco cuando tú estás presente; es decir las 24 horas de los siete días. No me hagas caso, o bueno sí. Pero corre allí, donde no hay luz. Ahí estoy, no hay luz ni nada, pero brillas tanto que la sangre tiene hasta tu sonrisa. Quiérete como yo te quiero, y échate la mano al corazón para que sepas que todavía late, como esto que llamamos vida, pero que en el diccionario del infierno está como dolor. Sal y sonríe, y no te rindas. No te quiero ver así, llorando por las esquinas sin saber a donde ir, porque todos sabemos que tú tienes los pasos, que tú puedes con todo.

Sin más. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora