Cambiando El Futuro •James Potter• -pausada temporalmente-

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–Chicos, tengo que decirles algo–les dije a mis amigos, a mis amigas y a mi esposo (que ya estaba enterado), en la cena de halloween.

–Que pasó?–pregunto Lily.

Sí, Lily. Nos hicimos muy amigas, junto con Molly y Candy. Y sí, como quise, soy la madrina de los gemelos Weasley.

–Remus, Sirius,Candy, Lily, estoy embarazada–no tuve ni un segundo hasta que unos brazos me rodearon.

–Van a ser padres!!!!!!! Van a ser los mejores padres!!!  Voy a ser tía!!!–repetía y repetía Candy mientras me abrazaba muy fuerte–. Cuando te enteraste? Qué es? Niña o niño? Por qué no me dijiste?

–Me enteré hace bastante, ayer fui a San Mungo y me dijeron que... Uno era niño

–Va a nacer un hermoso niñ... Espera.. Dijiste "uno"? Son dos??!!–preguntó mi amiga muy emocionada, soltando el abrazo.

–Si Candy. Un niño y una niña–después de decir esto la volví a abrazar.

Luego de que mis amigos me felicitaran, empezaron a "soñar" de como serían mis hijos.

–Yo creo que el niño será pelirrojo y ciego como James–empezó Sirius.

–Harry será pelinegro y tendrá mis ojos, pero necesitará gafas. Y Kathleen será pelirroja, pero con tus ojos James–aproveché para darle un sonoro beso en la mejilla al nombrado.

–Yo quiero ser el padrino de uno!–dijo un emocionado Sirius.

Compartimos una mirada cómplice junto a James. Ya habíamos elegido a los padrinos.
  

–De hecho, ya elegimos los padrinos–dije mirando a todos–. El padrino de Harry será Sirius, y la madrina, Candy. Y el padrino de Kathleen, Remus y la madrina, Lily–cuando dije eso le guiñé un ojo a los últimos mencionados.

Yo sabía que entre Remus y Lily había algo. Algo. Aaaaalgo. Entienden? No? Pues, entiendan, no lo explicaré.

–Lily, Remus, ya es hora–les dijo Candy entendiendo mi mirada.

–Chicos...–empezó Remus un poco nervioso, pero se tranquilizó cuando Lily entrelazó  sus manos–. Lily y yo estamos saliendo...

–Doble festejo!!!–gritó Sirius, al parecer nunca maduraría.

Es extraño todo esto. Porque James estuvo enamorado de Lily, pero ahora, los seis somos los mejores amigos. Y a todos nos pone muy feliz lo de Remus con Lily.

–Gracias, me encantaría ser la madrina de Kathleen–decía Lily mientras me abrazaba.

Y así pasó la noche de Halloween, entre agradecimientos y ensoñaciones del futuro. James y yo habíamos comprado una casa, donde también vivían nuestros amigos.

•••***•••Un año (exacto) después•••***•••

-Estas seguro?-le pregunté mientras lo miraba de reojo.

–Es que no lo recuerdas? Juntos, en las buenas y las malas, pase lo que pase. Además, si morimos, estaremos juntos. Ni la muerte nos separará. Si solo muero yo, estarás bien, para cuidar a los niños. Si mueres solo tú, no tardaré en acompañarte–contestó depositando un corto pero tierno beso en mis labios–. Te amo.

–Yo también te amo James...

Segundos después un fuerte ruido llenó el lugar.

–Tienes todo?

– Tengo todo.

Estaba muy nerviosa. Voldemort se aproximaba. Yo y James intentaríamos matarlo, mientras al mismo tiempo, los chicos, Sirius y Remus, destruían los horrocruxes que encontramos. Candy, mientras, saldría en el momento adecuado para matar a la serpiente.

Pasos. Los pasos se aproximaban. Mis dos hijos estaban durmiendo en su habitación, con un hechizo protector.
Tengo mucho miedo. Tres.... Dos..... Uno...

–Avada Ked...

–Expelliarmus! Petrificus Totalus! Protego! Expelliarmus!!

Los hechizos iban y venían. Voldemort pareció debilitarse, los chicos habían destruído los horrocruxes y Candy mató a la serpiente. Falta un hechizo más para que él caiga, pero...

–Avada Kedavra!!!!

–James!!!!