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Luego de una charla larga e incómoda con Madame Pomfrey, por fin, tengo la poción para los dolores de... eso. Volví a mi sala común y me tiré en el sofá. Me puse a mirar mi anillo. Lo tengo desde Navidad, y aún no sé quien me lo dio. El anillo todavía tenía el mismo aroma de la carta. Menta. Se sentía el rico aroma a menta.

Tomé la poción, que no estaba tan fea como pensaba, y me dirigí al Gran Comedor para almorzar. Tenía mucho hambre. Cuando llegué, me senté entre Fred y George.

–Lista para hacer la primera broma del año?–me preguntó George.

–Más o menos–contesté mientras me servía pollo y puré.

–Te sientes bien?–preguntó esta vez, Fred–. Nunca dices "más o menos".

–Estoy bien, solo que antes de ayer, pasó algo en la casa de Hermione–conteste sonriendo. La situación era graciosa.

–Que pasó? A quién debemos golpear?–preguntaron al unísono.

Yo reí.

–A la edad?–dije, todavía riendo–. A la edad, a la naturaleza, supongo.

–Ohhhh–dijo George–. Mamá nos habló de eso... Es la dama de rojo?

–Sí–contesté nostálgica.

–Mamá nos habló de eso, a todos. Decía que cada vez que le pasa eso a una mujer, hay que entenderla y tratarla como una reina–dijo Fred.

–Ah sí?–dije llevándome un poco de puré a la boca.

–Lady Kathleen...–empezó George.

–Que le parece si la llevamos a su próximo clase, a caballito?–terminó Fred.

Yo asentí riendo. Como iba rechazar esa oferta? Pero cuando terminé mi almuerzo, fue George quien me llevó, y no como caballito, sino como se cargan a los bebes. Harry se reía, iba caminando detrás nuestro.

⭕✴⭕

Como piensa que terminaremos toda esta tarea para mañana? Dos pergaminos!!!–me quejé, al salir de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Los cuatro, Hermione, Ron, Harry y yo, nos dirigimos a nuestra sala común.
Al llegar, Hermione y yo no sentamos a hacer la tarea.
Era más corta de lo que esperaba, hice dos pergaminos y medio, y mi letra era medianamente pequeña.
Mi hermano me insistía que le preste el mío para copiarse.

–Por favor! Juro que es la última vez... Que le pasa a tu collar? Esta...

Miré mi collar, y mi hermano tenía razón, estaba cambiando de color repetidamente.

–No lo sé...–en ese momento los gemelos aparecieron por el hueco del retrato, así que me acerqué a ellos y les pedí en voz baja–. Necesito que me hagan un favor.

–Estas bien? Te duele algo?–preguntaron a la vez, preocupados.

–Necesito que le digan a Harry.

–Claro, se lo diremos. Pero porque no le dices tú?–preguntó Fred.

–Me avergüenza, Freddie–contesté abrazándolo.

–No te preocupes, nosotros le decimos–dijo esta vez George.

–Gracias Georgie.

⭕✴⭕✴

–Potter! Vengan aquí–nos llamó la profesora McGonagall, cuando estábamos por ir a entrenar.

–Qué ocurre?–me atreví a preguntar, luego de seguirla durante dos minutos.

–Dumbledore los llama–dijo ella, y yo compartí una mirada con Harry.

Cuando llegamos, nuestro director nos esperaba con una grande sonrisa.

–Nos llamó, profesor?–preguntó mi hermano.

–Bueno, su madre y tu madrina, Harry, dieron a luz unos hermosos bebes y me imaginaba que querían ir a verlos. Ahora mismo, están en San Mungo.

⭕✴⭕

–Mamá!!–grité susurrando cuando abrí la puerta.

Mi madre estaba acostada con mi hermanita en brazos.

–Hola–dijo ella–. Ya elegiste un nombre?

–Enserio lo elegiré yo? Wow. Si, pensé en Nyx.

–Me encanta Nyx–respondió ella dándole un beso en la frente a mi hermana.

–Hola Nyx–dije yo, y apenas dicho, ella abrió los ojos–. Que lindos ojos tienes.

Tenía los ojos verde esmeralda. Los ojos de mami.

–Iré a ver a los Black, Harry está con ellos, le diré que venga–le avisé a mi madre, y salí de allí.

Mis "tíos" estaban en el cuarto de al lado. Cuando entré, Harry estaba cargando a mi primito.

–Awwwww–dije al ver la escena–. Hola tía Candy, hola Sirius. Como se llama?

–Jake–respondió Harry.

Me acerqué a mi hermano y tomé a mi primito en brazos.

–Ve con mamá–le dije, y luego me dirigí al bebe–. Pequeño Jake,  tienes los ojos de tu madre.

Jake tenía los ojos tal como diamantes. Me miraba curioso, como si supiera algo, que yo no.

–Mi padre donde está?–les pregunte, mientras ponía a Jake en su cuna.

–Se fue con Remus y Lily comprar las cosas para los beb...–en ese momento se abrió la puerta.

Mi padre, Lily y Remus se encontraban allí. Los abracé a todos...

Luego de hablar un rato, yo y mi papá nos dirigimos donde mi mamá.

–Y ese anillo?–preguntó él, abriendo la puerta.

–Lo tengo desde Navidad.

–Quién te lo regalo?–preguntó otra vez.

–Hermione, ella sabe que amo los hurones–mentí, al menos en la parte de quién me lo regaló.

Cambiando El Futuro  •James Potter• -pausada temporalmente-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora