cuatro

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Yoongi estaba confundido, aunque esa semana parecía ser una serie de confusión tras confusión al paso que iban avanzando las cosas. Byulyi seguía parada frente a él y lo miraba como si fuera estúpido, juzgándolo con la mirada, haciéndolo sentirse jodidamente incómodo sin necesidad de decirle palabra alguna. Vale, la relación entre él y Byulyi no se caracterizaba precisamente por haber sido algo normal, desde el comienzo siempre hubo algo confuso entre los dos, pero incluso con la dosis normal de rareza en esa "amistad" que tenían, Yoongi no podía creer que la chica realmente estuviera instándolo a hablarle a Hoseok. Era extraño, era incómodo y era contradictorio si tenía en cuenta que hacía menos de cinco días se habían besado, o si tenía en cuenta la cantidad de veces que habían hecho más que besarse, o incluso si recordaba cada ocasión en la que algo de esa índole sucedía cuando estaban juntos. Por esa razón ahora la miraba de esa manera, como si se hubiera vuelto loca al decirle semejante cosa y estuviera hablando sinsentidos. La miraba como si de repente ella hablara en otro idioma al decirle algo como eso de manera tan natural... pero entonces, nuevamente se recordó a sí mismo, es Byul. Estaba bien, después de todo era ella y no cualquier persona. Byul sabía algo, un poco, sobre lo que había pasado con Hoseok.  

-No me animo a hablarle -admitió finalmente, y con eso la chica suavizó la mirada-. No sé qué decirle.

-Pensé que después de todo este tiempo tendrías un discurso entero preparado para cuando volvieras a verlo -respondió ella, sorprendida-. ¿No hay nada que quieras decirle?

-Demasiado, ese es el problema.

Byulyi se mordió el labio con esa mueca de no saber qué hacer o decir que Yoongi muy pocas veces le había visto, porque Byulyi rara vez se dejaba vencer tan fácilmente por algo. Era demasiado lista y resuelta como para sentir desasosiego, y por lo general quien se estresaba siempre era Seokjin (incluso por la más insignificante y tonta cosa) mientras que Byulyi se encargaba de pensar las cosas fríamente y encontrar una solución. Esa era otra de las tantas cosas que a Yoongi le gustaba de ella, que no se dejaba llevar por la presión o el estrés y mantenía la calma porque sabía que de otra manera no podría superar los obstáculos. Seokjin solía quejarse diciendo que los envidiaba por tener esa capacidad de mantenerse cool ante todo, sin saber que el propio Yoongi se preocupaba más que él pero era mejor disimulándolo. Yoongi era muy bueno disimulando cuando se trataba de sentimientos en general en realidad, pero con Byulyi nunca había sido capaz de disimular por mucho tiempo porque ella se daba cuenta rápidamente cuando Yoongi o Seokjin le mentían. Es intuición femenina, decía ella con simpleza, y aunque Yoongi no estaba seguro de que eso fuera cierto, no le quedaba más remedio que aceptar que tenía razón y decirle la verdad antes de hacerla enojar. 

-Cambia la cara, Byul -le dijo, odiando esa mueca de preocupación en el rostro de la chica-. Cuando tú te alteras es porque ya no hay solución posible, y eso no es de mucha ayuda. 

-No digas tonterías -bufó ella, negando con la cabeza-. Estoy pensando, se me tiene que ocurrir algo. 

-Byulyi...

-Espera, de verdad, voy a pensar en alg-

-No tienes que pensar en nada, rayos -soltó Yoongi con un suspiro, interrumpiéndola-. ¿No te das cuenta de lo que raro que sería eso?

-Tú eres raro -bromeó ella antes de soltar una risa burlona-. Yoongi, sólo lo viste una vez y pareces un adicto en abstinencia, necesitas ayuda urgente. 

-Pero tú... tú y yo -balbuceó el menor, sintiéndose incómodo al punto de apartar la vista y bajar un poco la voz-. Ya sabes a lo que me refiero. No puedo pedirte ayuda con algo así. 

-No me la pediste, yo te la estoy ofreciendo -se defendió la chica, llevando una mano al hombro de Yoongi-. Olvídate de todo ahora porque si este tal Hoseok es esa persona, tienes que hacer algo. Yo nunca te doy consejos, pero necesitas obedecerme con este. 

편지 (YoonSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora