A esa chica.

37 2 0
                                    

Fue hace poco que llamaron a mi puerta, al abrir encontré  una chica allí parada, me miró y yo a ella igual, se abalanzó y sin ninguna razón me abrazó, yo sin saber - y aún sin saberlo- la abrace también, me dijo que me quería y que a ella no dijera no; desde aquel día duerme conmigo, anda conmigo, ¡vive conmigo!, pero quiero confesar que cansado ahora de ella estoy, mis amigos me preguntan -¿por que andas tanto con ella?- yo después de un -no sé- simplemente bajo la cabeza;  por más que trato e intento, no logro liberarme de ella, pareciera que encadenado me tuviera, y entre más le insisto que se vaya , a mi corazón más se aferra, cansado y desesperado con su presencia en mi vida estoy, pero creo que de mi corazón ahora es dueña.

¡Aléjate de mi, no te quiero más tristeza!

Microrelatos del amor, la vida y demàs enigmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora