Seaworth.

Capítulo 1.

—Vamos es hora de irnos.—Murmuré al oído de mi hermana Laila mientras le movía un poco tratando de despertarla.

—¿Que ha pasado? —Pregunta ella en un tono adormilado. Si supieras..

Todo estaba tan tranquilo, nuestro grupo de amigas platicabamos en la orilla del mar disfrutando de la bella noche hasta que llegaron. Los humanos.

Claro, ustedes pensarán ¿Que tiene de malo? Tiene todo de malo. ¿Y porque llamarlos así cuando tu también eres humana? Bueno, en definitiva no soy humana.

Soy Melia Seaworth y soy una sirena. Mi hermana también lo es y mi grupo de amigas también lo son.
He vivido desde los diez años guardando esté secreto, no tuve una madre quien me apoyará pero tuve a Darena la sirena más antigua y quien hoy es la líder de las sirenas.

Como decía, aquellos humanos llegaron diciendo que habían encontrado sirenas y las llevarían a un museo o a un laboratorio, al final nos matarán.

No podemos permitir esto por lo que hemos tomado la rápida decisión de irnos, a cualquier lugar pero lejos de todo.

—Nos vamos a Kauai, estaremos protegidas.—Le digo a Laila y ella se sienta sobre la cama mirándome con confusión.

—¿Que está pasando?

—Te explico luego, ahora apresurate.

Una vez que Laila se levantó comenzamos a dar pasos largos llegando hasta la salida de nuestra casa y ustedes se preguntarán, ¿Como es que pueden caminar?

Es por eso que los demás piensan que somos simples humanas, porque somos idénticos a ellos, físicamente. Tenemos piernas y estás, al tocar el agua se convierten en una cola de sirena, es por eso que preferimos vivir en las playas porque nuestras piernas pueden cansarse más rápido si no han tocado el agua, por lo tanto, debemos llegar a Kauai cuanto antes.

No teníamos de que preocuparnos, ya nos habían invitado a ir hace unos meses, pero no aceptamos ya que estábamos bien, estábamos. Ya unas cuantas razas yacían ahí en esa isla y poco a poco más razas llegaban a está. Es sorprendente todo lo que puedes encontrarte ahí.

Es un mundo mágico, nuevo y encantador.

Y llegamos a nuestro lugar de encuentro, ya estaban ahí todas las sirenas, Nyx, Becca, Grace, Allison, Danielle, Darena. Todas éramos amigas pero ellas son las más cercanas a mi por lo que al verlas llegué a su lado, escuchando con atención a nuestra líder, Darena.

—Estamos completas, ya podemos irnos.—Dijo ella en voz alta comenzando a caminar a la orilla del mar, todas la siguieron encontrándonos un enorme barco.— La líder de los vampiros ha mandado esté barco, no se detengan y suban.

Rápidamente, todas las sirenas comenzaron a subir a el barco, no tendríamos problema en manejarlo.

Las sirenas, con la voz, pueden llegar a hipnotizar, por lo que Darena eso hizo y un hombre comenzaba a subir al barco y sin decir nada llegó a la cabina y comenzó a manejar el barco con el timón.

Antes se sabía que las sirenas cantaban e hipnotizaban a los marineros llevándolos hasta dentro del mar y matándolos después.

Y eso es cierto. Pero con el paso del tiempo hemos ido evolucionando y aunque seguimos haciéndolo para conseguir lo que queremos como por ejemplo, mover el barco, ya no lo usamos para tanto.

Todas las sirenas estaban en sus puestos, Darena estaba dando órdenes para llegar seguras a la isla.

Laila, mi hermana, miraba lo que dejábamos atrás, habían sido buenos años los que duramos ahí, supongo que es difícil pero todo lo hacíamos para mantenernos juntas y a salvo.

—¿Estás bien? —Pregunté a mi hermana una vez que estaba cerca de ella, ella me miró y asintió haciendo una pequeña mueca con sus labios.

—Si... Solo que.. Estamos dejando todo Melia.

—Lo entiendo, pero estaremos bien. —Dije y rodee su cuello con mi brazo y ella sonrió.— Capaz y te encuentras un vampiro sexy o tal vez un ángel caído, quien sabe.

Ella rió y me abrazó.

—Me pido un vampiro.

—Todo tuyo.—Dije entre risas y nos devolvimos con las demás sirenas.

Nos esperaba un gran viaje.

[...]

Fueron unas largas horas.
Algunas sirenas ya se encontraban cansadas pero poco a poco nos íbamos acercando a lo que sería nuestro nuevo hogar.

Todas las sirenas, con emoción, se acercaron a la punta del barco para poder ver mejor la isla. Kauai Island.

Pude sentir como alguien me tomaba de la mano y me vi obligada a llegar a la punta del barco.

—¡Mira que enorme es, Melia! —Después de todo, creo que mi hermana se encontraba feliz de estar aquí.

Y tenía razón, era realmente grande y hermosa. El agua se veía clara y muy pura, te daban ganas de echarte un chapuzón de inmediato.

Todas las sirenas tenemos esa debilidad con el agua, ¡No podemos resistirnos! Es nuestro hogar, por lo tanto lo cuidamos.

Ya estaba muy lista por nadar en esas bellas aguas.

Pude ver también unas grandes montañas, árboles enormes de un verde muy hermoso.

Ya estaba amando esté lugar.

—¡Mira Laila! —Señalé a un chico que volaba por los aires, con unas enormes y fuertes alas de color blanco.

Ella lo miró impresionada para después mirarme a mi con una gran sonrisa.

En definitiva ya estaba lista por ver que me esperaba en está isla.

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HOLA, HOLAAAAAA.
Nueva novela de sirenas e.e
Estoy comenzando con la fantasía así que esto es nuevo para mi pero me está gustando y espero a ustedes también.

NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO.