Carta Seis

708 117 19
                                    

Me encontré parado en medio de una acera, ésta estaba llena de gente que caminan con prisa y otros, más rezagados, andan con más lentitud. Chocando hombro con hombro con los más despistados y recibiendo insultos y avisos de que moviera, yo seguía allí entre toda esa multitud con ganas de gritar y correr hacia un lugar donde la calma fuese lo primero que reinara, pero no, mi cuerpo no reaccionaba a ninguno de mis deseos.

¿Por qué te habías ido? ¿Por qué? En ese mejor momento te fuiste sin decir nada, desapareciste haciendo mucho daño. Habíamos pasado por nuestros momentos, no muchos, pero suficiente, te fuiste, como la niebla, sin rastro tras de tí.

No sabía que estaba llorando hasta que me llevé, inconscientemente, una mano a la cara y noté que mis mejillas, enrojecidas por el frío, estaban húmedas.

Mis ganas por salir de ahí eran enormes, pero recordar que ya no estabas ahí me hacía pensar que había quedado un vacío muy grande, y pensar que, ahora, nadie podría rellenar ese hueco, la única solución era venirme abajo.

Cartas a Sousuke (CaM#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora