Una guerra de vamipros está por llegar, y necesitan más miembros a sus equipos de batalla.
Un equipó es una de las herederas al trono real vampírica. La hija de los reyes de los vampiros es malévola tiene intención a tomar el control de todo el mun...
— Si.- dije y me abrazó y me olió mi cuello.- tu tambien eres un vampiro?- le preguntó.
— Si, soy la dueña del campamento de preparación de guardias.- dijo.
— Con razon siempre te se veía bien en los días que queda vamos. Porque a los vampiros se les para la edad y no crecen ni nada, verdad?- pregunté.
— Si por eso todos los vampiros son guapos.- dijo Zaida.
— Ya si se ve.- dije.
— Elicia, vamos?- me pregunta Joss.
— Si.- dije y salí del despacho de Zaida.
— Mama la llevó para que conozca la casa.- dijo Joss a su madre.
— Vale, luego ir a comer, y no llegar tarde.- dijo Zaida.
— Joss y mis cosas? no las tengo.- dije cuando esta vamos dirijiendonos a su auto.
— Tranquila en casa ya estan tus cosas.- dijo y me abrió la puerta del copiloto y entré.- Y si te falta algo mi madre tiene ropa para adolescente que era para cuando Maliha fuera grande pero esta paralizada no crecera hasta que ella sepa hacer lo.- dijo Joss entrando por su puerta y encendiendo el auto.
Llegemos a su casa que vive en un bosque que no pasa muncha gente. Era una mansión es muy bonita.
— Te gusta las vistas? Pues dentro te gustara más.- dijo Joss.
— Si es muy chula.- dije y subimos las pequeñas escaleras de la entrada para abrir la puerta principal. Joss abrió la puerta y me dejó pasar primera.- que bonita.- dije y Joss me cojio mi mano y me arrastró por la escalera para ir al segundo piso y abrió una puerta.
— Esta es tu habitación, puedes darte una ducha, si quieres, yo vigilaré que nadie venga por la zona, a sin estaras más a salvo.- dijo y me entregó una maleta.- Y esta es tu ropa y ahora te traigo la de mi madre.- dijo girando se.
— No, da igual, no hace falta que me traigas nada me vale con mi ropa.- dije.
— Ahora iremos a comer y tienes que venir con nosotros y no te pueden oler, porque hueles muy bien y si te pones tu ropa hueles muncho más.- dijo y salió de mi habitación y a los 10 min vuelvé a entrar.
— Toma, y ponte esto, lo a escojido mi madre.- dijo entregando me un conjuntó de ropa y otra maleta llena de ropa.
— Vale.- dije y me mire el conjunto y era un jean negro, una blusa negra, una chaqueta negra, unos botines negros y unas pulseras plateadas. ( todo era más bien negro).
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Cojí mi ropa interior y el conjunto y me metí al baño, y era muy grande.
Me dí una ducha y salí del baño ya vestida, y me asomé por la ventana y hay estaba Joss mirando por todas partes, abrí la ventana para avisar le que ya estaba.
— Joss!- lo llamé y se giró.
— Confías en mí?- me pregunta de repente.
— Si... supongo.- dije pensando me lo.
— Pues tirate te cojo.- dijo.
— No.- dije negando con la cabeza.
— Va que no te haras daño.- dijo Joss y se pusó de bajo de la ventana.- listo.- dijo.
— No Joss me da miedo.- dije.
— Venga que te gustara, es como un tobogán pero sin tobogán.- dijo.
— Va... vale.- dije y me subí a la ventana de pie.
— Venga.- dijo Joss, y empezaba a sentir la adrenalina por mi cuerpo. Pusé un pie delante y ya no tocaba el suelo ese pie a si que cerré los ojos y me lancé.- no cierres lo ojos.- dijo Joss y los abrí y aterricé en los brazos de Joss.
— Lo echo o estoy muerta?- pregunté y escucho como alguien se rie.
— Lo has echo y estas viva.- dijo Joss.
— A sido muy guay.- dije con una sonrisa en mi cara.
— Si, yo lo hago sin que nadie me coja.- dijo riendo se.
— Claro eres un vampiro y no te haces daño. Me puedes bajar ya, porfa.- dije y me bajo.
— Que guapa vas te queda muy bien, pareces una vampira.- dijo.
— Si.
— Vamos hay que ir a buscar a Maliha para ir a comer, primero iremos a que tu comas y luego nosotros.- dijo Joss llendo a su auto y le seguí, y él me abré la puerta de copiloto y entró y luego él entra por su puerta.
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Llegemós a la oficina y entremós.
Pasemos al despacho de Maliha y estaba ella y Zaida.
— Hola.- dije.
— Maliha nos vamos.- dijo Joss mirando a su hermana (me parecé que sera su hermana).
— Elicia que bien te queda la ropa, pareces un vampiro des de lejos.- dijo Zaida.
— Si, gracias por la ropa y por acoger me en tu casa.- dije.
— No hay porque darlas, te necesitamós a si que tomaló como si ya no nos debas nada.- dijo y asentí.
— Bueno mama nos vamos, adios.- dijo Joss saliendó del despacho.
