~Cap. 4~

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Carl miró el cuerpo inerte de su madre, me agarró la mano y disparó.

Cerré los ojos con fuerza al escuchar el disparo.

Carl bajó su cabeza y yo le abracé.

Él me correspondió al abrazo, imponiendo más fuerza.

Acaricié su espalda y noté como pequeñas lágrimas humedecían mi hombro.

Se separó lentamente de mí y agarro mi mano.

-Podremos con esto...- susurré.

Observé sus azulados ojos enrojecidos.

Su rostro desprendía dolor.

-Vámonos.- murmuró cortante saliendo de la habitación.

Maggie seguía llorando con la bebé en las manos.

Seguimos a Carl hasta la salida y allí encontramos al grupo.

Rick nos observó. Fijó su mirada en la bebé y después nuestras manos llenas de sangre.

-¿Y... y Lori?- preguntó empezando a temblar.

Maggie negó con la cabeza aguantándose las lágrimas.

-¡No!- gritó Rick.- ¡No, no es posible!

Rick corrió a abrazar a Carl mientras se consolaban mutuamente.

-Papá, ella se sacrificó por el bebé.- -murmuró entre lágrimas.

Maggie se acercó a Rick y le mostró a la pequeña bebé.

Él la cogió, con lágrimas resbalándose por su rostro.

-Es... Preciosa...- susurró.

De pronto me entregó a la pequeña mientras yo miraba confundida.

-Voy a hacerles pagar a esos hijos de puta...- guardó la revolver en su cinturón y agarró un hacha.

Lo observé, sabía lo que iba a hacer. Iba a matar a cualquier cosa que se le pusiera delante.

Todo el grupo lo miramos atónitos pero ninguno dijo nada.

Rick se fue con hacha en mano y furia en cuerpo.

Miré a Carl. Estaba desolado, todos lo estábamos.

-Maggie, debería examinar a la niña.- comentó Hershel.

Maggie le entregó a la bebé y Hershel la observó.

-La niña está bien pero necesita suplementos alimenticios.

-Iré yo.- avisó mi padre.

-Yo le acompañaré.- dijo Maggie y se subieron en la moto.

Todos entramos a la prisión de nuevo.

Empecé a matar caminantes junto a los demás.

Al rato no quedaba ni un sólo caminante. Los habíamos matado a todos.

Carl tenía una mirada escalofriante y dura.

Pese a sus intentos de parecer insensible a la situación todos sabíamos que, en estos momentos, era el que peor lo estaba pasando junto a Rick.

Me acerqué a él y ni siquiera me miró. Sus ojos inyectados en sangre se veían desorientados mirando a la nada.

Acaricié levemente su mano y el, al instante, entrelazó nuestros dedos imponiendo fuerza.

-Está en un lugar mejor...- susurré.

No me contestó pero su mirada me lo decía todo.

Ahora necesitaba más apoyo que nunca.

Fear {Carl Grimes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora