Fear {Carl Grimes}

~Cap. 8~

Narra Addison:

Caí al suelo y perdí la conciencia.

De repente, entre la oscuridad, apareció una persona. Lori.

Tenía el pelo suelto, más bonito que nunca. Un bonito camisón blanco tapaba su pálida piel y una sonrisa adornaba su cara.

-Hola Addison.- me saludó sonriente.

Miré hacia abajo. Tenía mis pantalones rotos de siempre y mis converse desgastadas seguían en su lugar. ¿Donde estaba? ¿Acaso había muerto?

-Lori...- murmuré.- ¿Dónde estoy?

-Estas en la Muralla.- contestó.

-¿Muralla? No te entiendo.

-La Muralla separa a los muertos de los vivos. Todas las personas que les mordieron pero no les mataron están aquí. Todos los espíritus de los caminantes no muertos están aquí. A veces los muertos podemos bajar y estar aquí un rato.

-Entonces... ¿me han mordido?- pregunté asustada.

-No, cariño.- respondió sonriente, como si lo que acabase de decir fuera un chiste.- Eres La Elegida.

La miré con los ojos muy abiertos. ¿La Elegida?

-Tienes el poder de comunicarte con los no-vivos y controlar a los caminantes.

-Pero eso es imposible...

-No, Addison, es real. Quiero que le digas a Carl una cosa.

Asenti con la cabeza todavía extrañada.

-Dile que le quiero muchísimo. Que él ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida y que sobreviva por mi. Dile que Judith está viva. Que vaya a donde vaya yo estaré con él.

Las dos empezamos a llorar en silencio.

-Me queda poco tiempo, cariño. Pronto tendré que subir junto con los demás espíritus. Recuerda, tu eres el poder, tu eres la cura.

-Lo haré.

De pronto sus pies empezaron a convertirse en ceniza. Cuando todo su cuerpo se consumió se convirtió en una mariposa blanca.

Agitó sus alas hasta desaparecer.

-¡Addison!- noté unas manos en mi cara. Abrí los ojos y respiré profundamente.

-Addison... Menos mal, ¿como éstas?- me preguntó Carl después de abrazarme.

-Carl, he visto a tu madre... he visto a Lori.- Carl frunció el ceño.

-Te lo habrás imaginado. Es imposible.- dijo alejándose de mi.

Me levanté del suelo y limpié el polvo de mis pantalones.

-James, cariño, vete a la habitación y cierra la puerta.- le ordené tiernamente. Él, asustado, corrió hacia la habitación.

-Carl, te juro que he visto a Lori.

-Mientes.- masculló entre dientes bajando la cabeza.

-No Carl, no te miento. La he visto y me ha hablado. Quiere que te diga que eres lo mejor que le ha pasado en la vida...

-¡Deja de mentirme!- gritó interrumpiendome.-¿Como te atreves a mentirme de tal manera?

-También me ha dicho que... que Judith está viva.

Me miró con los ojos llorosos.

-Eso es... ¡Eso es imposible!- gritó dando un golpe en la encimera.- No me vuelvas a hablar. Eres una mentirosa, si no fuera por James... Yo ya te habría matado.

Una lágrima resbaló por mi mejilla. Después otra y otra. Carl me miro con asco y se alejó de mi.

Carl no me creía.