115

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Sigo sin contar los días pero sí cuento las veces que me entran ganas de tirarme por el balcón. Desde que te fuiste voy por la 114, bueno, ahora 115, pero básicamente quería darte a entender que te echo de menos y que por favor vuelve.
Hace unos días salí por ahí con Javi (mi mejor amigo, no sé si lo habrás olvidado como te olvidaste de mí), y no estuvo mal. Estuve conociendo más chicas. Ninguna se parecía a ti. Ninguna tenía un pelo tan bonito. Ninguna me miraba de una forma tan diferente como los demás. Ninguna parecía un ángel polifacético que a veces se convertía en demonio. Ninguna eras tú.
Tuve una conversación con Javi sobre ti, me dijo que hace tiempo hablaste con él y le contaste que ya nada era lo mismo. Que habías olvidado por qué te enamoraste de mí, y que te habías olvidado de ti misma al salir conmigo. Me quedé a cuadros cuando lo oí. Yo recordaba que siempre te había dejado ser libre e incluso alguna vez había hablado con el viento para que te llevara a dar una vuelta con él y te sintieras aún más libre. Pero parece que a ti nada te servía. Aquel día me peleé con Javi. Él no tenía ni idea de la situación, él no era yo, él no sabe como te quería.
Te tengo que decir que me estoy quedando sin amigos, y seguro que es cosa tuya. Los has puesto a todos en mi contra como solías hacer cuando yo quería ir al cine y tú querías ir a cenar. Al final siempre ibamos a cenar. Y por dentro tenía ganas de que te fueses y no volvieses, y mis deseos impulsivos se han hecho realidad. Se podría decir que es un bofetón que me ha dado la vida por pensar cosas a la ligera. Pero yo creo que ya he tenido suficiente. Por favor, vuelve. Te lo suplico.

Café entre mis huesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora