Solo una oportunidad.

Capítulo 1. Lisbeth.

¡Hola a todos! Esta es mi primera novela en wattpad y la verdad es que estoy muy ilusionada. Espero que os guste y por favor comentad todo: Si es demasiado lago o corto, os gustan los personajes, si os cuesta seguir la trama.... Intentaré subir siempre que sea posible en función de mi tiempo e inspiración, pero prometo al menos un capítulo por semana.

                                                                   Os quiere, Queen E

Una melena cobriza se veía correr por el borsque de Güardirslam, a pesar de la rápidez con la que se movía no se escuchaba ni un sólo ruido. Normal, entre la gran agilidad de la joven y un potente hechizo 'piesdegato' la hacían sumamente sigilosa.

Se agachó un instante entre unos matorrales y ¡Bam!, una rápida flecha impactó en la coraza de una enemiga. -Joder Lisbeth, menos mal que llevaba la proteción aún activa, sino no salgo de esta- Exclamó una muchacha mientras admiraba a su compañera.

Lisbeth era una joven alta y de constitución athlética debido a las largas carreras por el bosque. Su pelo dorado,que se había aclarado de moreno a castaño con las puntas rubias a  causa del sol, se encontraba arremolinado en una chapuzera coleta largísima. Sus ojos marrones la miraban mientras sonreía y se secaba una gota de sudor. Como desearía ser como ella,que  la mejor guerrera de la academia (Y por lo tanto del reino) e incluso había participado en varias batallas.

-Anda levanta Géminis, que tenemos que volver a la práctica- Susurró Lisbeth - No querrás que nos quedamos al descubierto y seamos abatidas-

Ahora que Géminis había sido capturada por Lisbeth y se había unido a su equipo corrieron juntas a esconderse. Subieron a un árbol desde el cual tenían la visión de un águila y vieron a Jenna, la eterna rival de ambas. Géminis tensó el arco pero Lisbeth le bajó el arma.

-¿Qué haces? - susurró Géminis una octava más alta de lo recomendado para las misiones- ¡ La tenía a tiro!

-Tú sígueme, tengo una idea que humillará a Jenna por siempre.-

Siguieron a Jenna por unos metros pasando de copa a copa de los árboles gracias a hechizos naturales del poder de la Madre Tierra. Eran encantamientos sencillos y rudimentarios pero suficientes para las guerreras, quienes los habían adaptado a sus técnicas de lucha. Las guerreras eran un gremio de los 5 que habían en Oddel: Guerreras, hechizeras, alquimistas, caballeros y Los hermanos de Negro. Estos últimos eran los menos frecuentes y con más secretismo. Apenas sabían que se dedicaban a las escrituras de los hechizos y forjaban las espadas y demás armas, pero ni sabían donde estaba su academia, su sede ni nada. Mucha gente, sobretodo del pueblo llano, pensaban que eran una secta. Lisbeth no compartía su opinión pero no quería juntarse con nadie ni nada que tuviera que ver.

Los caballeros eran la versión masculina de las guerreras o amazonas. Tenían su academia en el valle de abajo, a unos 100 kilometros escasos. Sin embargo ellos carecían de cualquier dote mágica, no como ellas que aunque no eran muy poderosas mágicamente hablando pero podían usar una pizca de ella.

Las hechizeras y alquimistas eran los que de verdad tenían magia. Las pociones y demás eran su rutina diaria, y los que más aventajados fueran de ambos gremios se conventirían en Gran Auror y Aura, que eran el consejero espírituales del rey y la Caminante de Sueños .

Después de divagar sobre sus poderes, Lisbeth se dió cuenta de que aún estaban siguiendo a Jenna. Con un gesto de cabeza le indicó a Géminis que comenzará el plan.

Esta se lanzó de forma escandalosa sobre ella, chillando y pataleando. Cuando Jenna se deshizo de ella, no sin llevarse unos cuantos golpes, empezarón una lucha cuerpo a cuerpo.Cuando la venció y aún estaba jadeante apareció Lisbeth.

-Mira a quién tenemos aquí, la gran Lisbeth, la mejor guerrera de por aquí... A ver si es verdad eso que dicen- Entonces Jenna lanzó una patada.

Se enzarzarón en una lucha de leonas, en la  que estaban muy igualadas. Se empezaron a agrupar el resto de las alumnas e incluso la profesora. Si una pegaba una patada, la otra esquivaba y pegaba un puñetazo, a lo que la primera contestaba con un golpe en la barriga.

Todo iba así hasta que en un descuido Jenna tiró a Lisbeth. La miraba a los ojos cuando le lanzó un escupitinajo. En ese momento Lisbeth acumuló tanta rabia y odio que reunió todas sus fuerzas y con una patada al tobillo hizo que Jenna cayera, se levantó y le quitó su tótem.

Un tótem era un símbolo en forma de algún animal que representara tu aura. El de Lis era un lobo mientras que el de Jenna era un búho.

Miró a la profesora y al ver su sonrisa de aprobación se dirijió a las duchas mientras todas la aplaudía cuando la profesora la detuvo.

-Lisbeth, muy bien hecho. Se merecía una cura de humildad, ya que aquí no solo enseñamos la lucha, sino valores milenarios y moral. -Lis la miró con alegría 'Por fin una muestra de valía hacia mí' pensó - Ahora ve a darte una ducha y dirijete al despacho de la directora.

Tras ducharse a conciencia ( No había forma de sacarse todo el fango de la ropa) y cambiarse a la ropa de descanso ( Un pantalón de cuero negro, una camiseta y encima un chaleco de pieles junto con unas botas también de cuero, ya que era el uniforme de la academia) fue al despacho.

Entró y ..

-Hola, Lisbeth, toma asiento por favor- Dijo la directora 

-Eihjse ( unir su puño contra su mano abierta) ¿Maestra, que deseaba?-

-Mira, no sé como decirte esto. -Se levantó y aunduvo en círculos a lo largo y ancho de la habitación- Ha llegado una carta de la capital, para ser más exactos de palacio del Rey. Piden tu asistencia inmediata para un asunto secreto no, secretísimo de estado. Dado que es un honor que una guerrera alumna mía se embarque en semejante preoyecto he indicado que se te preparen las maletas. Mañana partes hacia allí.- Lisbeth se quedó perpleja.¿Ella? ¿Un asunto de palacio? Era un honor, pero seguro que no sería fácil. Aunque ella no quisiera debía acudir a la llamada y dar su vida, si hacia falta, por la causa.

-No tengo nada más que decir- La directora le indicó la puerta. -Eihjse Lisbeth, 'Como guerrera debes luchar...

-'Tu vida arriesgar y tu honor guardar' -Contestó Lis. 'Vaya, ha usado el lema de las guerreras. Esto debe de ser realmente peligroso'

Esa misma noche Lisbeth se escabulló de la academia y bajo al pueblo de la falda de la montaña. Se dirigió a la cantina, mirando hacia un lado y otro. 'Como me vean me echan de la academia' 'Pero no puedes no despedirte de Will ¿¡Y si no vuelves?!' esas eran las dos ideas que se debatían en su interior.

Oh Will, ese pueblerino de ojos azules y sonrisa encantadora. Ellos estaban realmente enamorados aunque sabían que no iban a poder casarse ni dar a conocer su relación. Las diferencias sociales no lo permitían, anque fuese frívolo pensar así .

Entró por la puerta trasera y se dirijió a los establos donde estaría Will. Efectivamente lo encontró cepillando cuidadosamente a un caballo.

-¿Lisbeth? ¿Qé haces aquí?- Preguntó mientras se acercaba a ella. Miró a ambos lados y la besó suavemente.

-Nada, venía a decir adiós. Yo, la verdad es que creo que deberíamos dejar de vernos, durante un tiempo.- Mentirle a Will era algo muy duro que estaba haciendo pero ¿Qué le podía decir, qué se iba a algo secreto que probablemente muriese? y además estaban destinados a fracasar, para qué alargar lo inalargable.

-Pero.. Yo te quiero y tú me quieres ¿No? -Ella con un leve asentimiento de cabeza le tranquilizó, quizás si jugase bien sus cartas Lis se arrepentiría y volverían como antes.-Podemos seguir como ahora y yo puedo hacer algo por ganarme un mejos estatus soci...-

-Will, cállate. Tú y yo sabemos que esto no puede ser así. No vamos a poder avanzar más de esto ni ser una pareja normal. Dejemos esto así y no nos hagamos daño.-Sintió como se le anegaban los ojos de lágrmias.- Te quiero y te querré pero es un adiós-

Se levantó sobre las puntas de sus pies y le dió un beso amargo y dulce y salió corriendo mientras dos lágrimas le surcaban la cara. Eso era lo máximo que iba a llorar por él.