Cuando los Ángeles Caen

1.-Nuestro Legado

Sin prisa se aproximaron a la carretera, ante la silenciosa noche todo sonido parecía ser amplificado, al tener las capas se camuflaban bien, caminaron siguiendo la carretera, alrededor de dos horas después llegaron a una ciudad que estaba en absoluto silencio, entre las calles desiertas, los edificios mostraban deterioro de esos edificios muy viejos pero aun así resistentes y habitables, en completo silencio.

Al menos eso parecía.

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A lo lejos, un hombre con una katana dentada y cabello paja arremetía contra lo que parecían personas, pero al matarlos se convertían en polvo....a su lado había una mujer de cabellos castaños chocolate, largos y con una guadaña en mano le ayudaba.

Si la primera impresión de su mundo no era nada linda.

Ascendieron por el muro de una casa cercana y saltaron por los techos, pasando cerca de la pelea, el hombre pareció dar cuenta de su presencia porque giro por donde habían pasado, pero al no verlas lo dejo pasar, ocultas en las sombras giraron a ver la pelea, esta estaba terminando viendo los rápidos movimientos del pelipaja se dieron cuenta de otra cosa, las criaturas con las que peleaban tenían los ojos rojos y muecas desquiciadas, habían visto algo similar en una hambruna, mucas desesperadas por el hambre.

Dejaron atrás la escena con la peculiar sensación de que el hombre sería alguien que terminarían de conocer en un futuro...

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Llegaron al limite de un bosque una barrera protegía la entrada de lo que parecía una casa, usando una cuenta que brillaba en una pulsera, una única cuenta, la ultima. Lograron cruzar sin ningún tipo de herida, el camino de piedras lisas, llevando a una casa mediana, de dos pisos, se oía el rumor del agua junto con grillos, las estrellas brillaban y la luna estaba alejándose por el cielo, era ya tarde, dentro de pocas horas el sol se alzaría por el horizonte, caminaron viendo todo a su alrededor, el lugar emanaba tranquilidad, en completo silencio entraron, no había nadie todo estaba apagado en el hogar, los muebles estaban bien cuidados, las cosas en completo orden, todo bien.

-Y ahora que hacemos?-Ren bajo su capucha, estaba totalmente perdida-La ultima cuenta debe romperse donde se conjuro-

-No es aquí?-su hermana se bajo también la capucha-aquí es!-a su alrededor miraron buscando y entonces...

-Un reloj...-Ren acaricio la madera, en el había algo curioso, no se movía pero tenia un pequeño garabato, un par de animalitos-Un garabato...-entonces giro en la habitación buscando algo más

-¿Ren?-Yui observo la rara conducta de su hermana

-Busca los objetos de la canción Yui!-su hermana se quedo muda... esa canción.

-Hana...-y ayudo a su hermana, encontraron un pequeño gato de onix negro, un bizcocho, un cuarzo con forma de dulce, una almohada en forma de nube y lo que parecían una canasta de pastelitos y un corazón de cuarzo rosa.-la canción-ambas miraron el reloj, con mano temblorosa Ren le hizo dar a la aguja pequeña la una, las dos, tres y cuatro dando una campanada el reloj vibro ligeramente el garabato se ilumino pasando a un extraño símbolo mágico sin duda, luego del cinco al ocho, dejaron el bizcocho donde el ave que anunciaba la media noche salia dando un "cu-cu", se lo trago saliendo un cuarzo como el que tenían, regreso al uno, y contaron los pastelitos doce, al gato lo pusieron en el centro de un circulo de pastelitos y comenzó a brillar tenuemente.

-Increíble...-susurro Yui y Ren asintio-Lo ultimo-contar otra vez lo pastelitos y el bizcocho salio del reloj, lo partieron y mitad y mitad lo comieron, tuvieron arcadas.

-Asqueroso-dijeron ambas 

Entonces con el corazón lo pusieron dentro del reloj, el reloj se lo trago empezando a moverse al doce, entonce los dulces de cuarzo se convirtieron en gotas de liquido azul se miraron

-A las tres-Yui asintió-Una...Dos...Tres!-y se tomaron el liquido que las adormeció al instante.

-La almohada-dijo Yui ambas se acostaron tomando la mano de la otra, entonces el sueño las venció.

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"Mis niñas lo lograron"

Esa voz....

"Esta bien el hechizo se romperá"

Tia Hana...

"Esto es lo ultimo de mi legado mis niñas, yo se que...no lo lograre, pero no se culpen soy yo quien decidió dar todo por mi familia, busquen a su madre a su padre y....por favor detengan la pelea sin sentido, junto con el incierto futuro, Se que lo lograran"

Dolor en su espalda y entonces despertaron de golpe.

Estaban todavía de la mano, ambas se levantaron aún dándoles vueltas la cabeza, entonces se miraron, de la impresion no pudieron decir nada y comenzaron a llorar

-¿Quienes...son...ustedes...?-Voltearon a la puerta sobresaltadas allí un pelinegro de ojos azul grisáceo le miraba con la boca abierta-Ren...Yui-dijo con voz ahogada Takao Kazunari, tapándose la boca con la mano contuvo un grito o un sollozo.

-Kazunari...-Un alto peliverde apareció y se quedo como estatua al verlas.

-Por Aya-y el pelinegro se abalanzo sobre ellas, soltando unas lagrimas-Están bien!, están vivas!-sollozo mientras la abrazaba.

-Bienvenidas princesas-Dijo Midorima Shintaro dándoles una sonrisa pequeña.