6.- Arreglo desesperado

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Todos lo presentes estaban más que incómodos, no era común un reunión así, pero el hecho de que rojos atacaran un aldea de Blanc era preocupante, los desterrados, criminales, o almas corrompidas buscaban un sola cosa: la absolución total de la tregua y sumergir de nuevo a los pueblos en guerra.

Himuro Tatsuya estaba más que incomodo estaba en tensión, muchos de sus pretendientes estaban allí, al igual que su padre, pero a diferencia de las generaciones anteriores esta buscaba eliminar un prejuicio bastante amplio: Doncel o mujer no podía ni tenía voto, solo  respeto, los padres decidían con quien se casaban, si no tenían padre lo hacia el líder de la familia el varón después del padre, incluso las mujeres humanas eran más libres que ellos, había reinas, princesas, matriarcas, sacerdotisas y gobernantes mujeres, así que se tuvo con conformar con estar allí, con su padre, recibiendo miradas evaluadoras, mientras varones deban sus saludos y respetos a su padre en busca de un reconocimiento para un cortejo y compromiso futuro. Idiotas, su padre Shuuzo, era todo menos interesado, no era ningún aprovechado que casaba a su hijo en contra de su voluntad, tenían el mismo carácter testarudo, el quería a su hijo, por ello aceptaría a quien le desposara por amor.

-Sus majestades-Un sirviente dejo pasar a los tres jóvenes de la realeza azul/negro. Del lado contrario unos sirvientes hacían lo mismo con los rojo/blanco, los príncipes los primeros en entrar estaban cubierto por sus velos, se sentaron a izquierda de las sillas donde se sentarían los emperadores, a la derecha se hallaban los reyes, vestidos con ropa miliar de alto rango y color rojo/blanco y azul/negro, por ultimo los emperadores entraron, con una armadura encima de sus ropajes vistosos y joyas sentándose en medio y frente a frente, el silencio reino la estancia, varios magos, druidas y brujas estaban allí, Himuro era junto con su padre el mediador del encuentro, al ser elegidos como "neutros" ayudaban a que la tregua y redencillas que había entre los clanes, entraron con un pequeño conjunto de guardias de cada lado, aunque guardaespaldas era más exacto.

-Entonces para que ha sido convocado este concilio-Nijimura Shuuzo se levanto.

-Ataques a una villa -Akashi frunció ligeramente el ceño-Rojos-toda la sala se lleno de murmullos

-Seguro?-Nijimura endureció la mirada

-A menos que Aomine quiera una guerra-El mencionado se enderezo-No veo otra posibilidad-

-No fuimos nosotros-Munakata calmado y sereno hablo-Y ustedes saldrían perdiendo en caso de ser mentira-Akashi asintió a sus palabras-Cuantos?-

-Menos de media docena-ante esto se oyeron exclamaciones de sorpresa.

-Acabaron con una villa menos de media docena?-Nijimura estaba sorprendido y tenso.

-Sin embargo creemos que la villa al ser un poco pequeña no supuso un reto...para ellos-con desagrado en la voz, odiaba que usaran a los inocentes de demostración.

-Entonces debemos hacer algo!-Aomine se levanto y varios guardias y sirvientes del contrario se removieron nerviosos-No podemos quedarnos sentados viendo como juegan!-varios más asintieron a sus palabras.

-No podemos interferir de modo directo-Akashi miró a su hermano Mikoto.

-De que hablan?-Munakata miro también al pelirrojo alto.

-Hace poco el cadáver de un rojo apareció-varios volvieron a murmurar-tal parece que fue uno de su Clan-miró al Rey frente a él.

-Como?, imposible mis tropas están en constante vigilancia y sobre todo son disciplinados-Munakata lanzó la frase con un cierto toque de reproche al oji dorado, sabía que el era más permisivo con sus tropas, cosa que Munakata repudiaba.

-No es todo-Akashi interrumpió la obvia pelea que llegaría-Había vampiros con ellos-Todo la habitación enmudeció

-Va..vampiros?-Himuro se atrevió a hablar-Los hijos de la luna sangrienta? están de su lado?-

Akashi negó con la cabeza-Son los enloquecidos por la sangre-Se relajaron un poco pero no del todo.

-Aun así hay alguien quien les provee el material-Aomine apretó los dientes.Todos se miraron entre si rogando que no fuera verdad.

-Aomine debemos acabar con este...problema-Akashi también se levanto.-Debemos crear una tregua más solida que simples palabras-

-Akashi-sama!-Un mago hablo-No tiene con que...-pero Akashi alzo la mano para callarlo.

-Si tenemos-con dolor volteo a ver a su hermana.

-No....sabes que eso no puede hacerse!-Munakata golpeo la mesa con las manos-La ley, los rojos la mataran antes siquiera de pasar la puerta!, sera peor!-

-Seijuuro!-Mikoto también se levanto de golpe

-Sera un intercambio justo-Akashi volteo a ver al príncipe/doncel contrario y el rostro de los hermanos se contrajo en una mueca horrorizada.

-En serio?!-Nijimura también se levanto-Estas dispuesto ha?-La mirada de Akashi no mostró duda era una orden-Pe...pero Aya...-

-Nunca vimos la posibilidad de hacer esto-Akashi miró a su hermana y le sonrió con tristeza.-Un intercambio, una boda equivalente para unir a los clanes-Toda la sala estaba silenciosa.

Aomine estaba estupefacto, Akashi Seijuuro estaba dispuesto a dar a su hermana, la única que tenía para forjar una alianza, una donde botaba la ley de Aya por el bien común. Miró a su hermanito, este hizo un asentimiento casi imperceptible.

Por Aya.....

Por Los Clanes.....

-Bien....Tu hermana sera mi esposa-Todos en la sala le voltearon a ver con asombro e incredulidad-Y...mi hermano...el tuyo-Eso fue lo más duro pero se hizo recordar....que para Akashi era lo mismo.

-Bien así se hará-Todos en la sala fueron testigos de como los clanes se daban la mano cerrando el acuerdo.

Y posiblemente un fin a esa guerra.

Yui y Ren

Ambas miraban al cielo azul, pensando que tal vez esta vez la habían hecho y en grande.

Si es por ustedes....

Si es por el futuro esta bien mis niñas.....

-Hana lo hubiera hecho?-Yui miro a Ren, su hermana se veía perdida, era la mayor y aun así estaba...le tomo la mano y la apretó entre las suyas.

-Si, por que era lo mejor-Yui volteo al pequeño libro que descansaba en la mesa, en una pagina donde las palabras arrancaban la verdad.

Por un bien mayor.

En otra habitación Takao lloraba, podían oír sus sollozos al igual que la voz de Midorima al consolarlo.

-Seguras?-Misaki entro con Saru detrás-Esto es demasiado-paso una mano por su pelo.

-Seguras-Respondieron a la vez, sin duda era mejor que la visión a evitar y sobre todo mejor que el posible futuro que lograron borrar.



Cuando los Ángeles CaenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora