Raph x Leo y Donnie x Mikey ( Yaoi/ Chicoxchico)

Capítulo 20

Siento haber tardado tanto en actualizar, pero solo se me ocurría yaoi hard y tenía que pensaren algo mejor... y por fin se me ocurrió. Disfruten!!
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Habían pasado varias semanas desde que Leo y Raph habían dicho lo de su "relación", y nada había cambiado.

La historia no había cambiado mucho. Tenían sexo de vez en cuando, y Leo se había convertido en alguien mucho más atento en lo que a Raph se refería. Raph ya no era tan "rudo" con Leo, aunque de vez en cuando "se le escapaba".

Lo que la gente describiría como una relación perfecta.

Perfecta, hasta aquel día.

Un gran revuelo se cernía en el salón de la madriguera de las tortugas mutantes.

Leo y Raph intentaban ver por encima de los allí presentes, para ver que ocurría.

??: ¿Y Leo?

Leo: *Esa voz... ¡No puede ser!*

Entre empujones se acercó feliz a aquella persona, o mejor, a aquello conejo mutante.

Leo: ¡Usagi!

Usagi: ¡Leo!

Mikey: ¡Mikey!

Leo y Usagi se abrazaron fuertemente. Justo delante de Raph, que había seguido al ojiazul entre la pequeña multitud.

Leo: Te he estado esperando...

La voz de Leo sonaba melancólica, pero a la vez dulce. Raph se rompió en ese instante. ¿Qué ocurría allí? Notaba que su presencia sobraba.

Ussagi: Yo también estaba ansioso por regresar.

Se miraron tiernamente. El ojiverde pensaba que se besarían de un momento a otro.

La multitud comenzó a disiparse y quedaron los tres solos en el salón.

Usagi: Por cierto, te he traído un presente.

Leo: No tenías por que...

Usagi cogió un alargado paquete envuelto con una suave tela de lino. Lo desenvolvió con mucho cuidado y se arrodilló frente a Leo. Agachó la cabeza y le tendió su regalo.

Leo: ¡En serio, no deberías!

Leo estaba encantado. Delante de él se encontraban las katanas más hermosas que jamás había visto.

El filo brillaba por lo increíblemente afilado que se encontraba. En él había grabado un dragón por todo el largo, en ambas katanas. La tsuba era de un color intenso oro, a diferencia del color plata del metal del filo. La empuñadura era de color negro, rodeada por dos cintas, una azul (Leo) y otra blanca (Usagi).

Leo se dió cuenta de ese pequeño detalle.

Leo: Me encanta que hallas elegido estos colores.

Usagi: Son los lazos que nos unen.

Raph: *Exacto, y el mio es color rojo, y está unido a nuestros meñiques. ¡Así que aléjate de él, cerdo asqueroso!*

Usagi miró a Leo a los ojos, y éste se sonrojó levemente.

Raph: *Basta.*

Usagi levantó el mentón de Leo. El ojiazul se dejaba llevar. Raph estaba a sus espaldas, pero el no lo notaba, solo sentía el cuerpo de Usagi cerca del suyo.